Visto un sábado de fiestas, en torno a las 10:30 de la noche. A esa hora, la calle Correo, llena de una enorme cantidad de gente, tenía ocupadas ¡dos tercias partes! del ancho de la calle, a ambos lados de la misma,  –por lo menos   desde Sombrerería hasta el Arenal–  por  vendedores ambulantes, quedando un minúsculo tercio de la calzada para permitir el paso de las masas de paseantes que por allí transitaban.

Es una usurpación del espacio público claramente  abusiva e inaceptable, que va contra todas las normativas municipales,  las medidas de seguridad en fiestas y el respeto  en el uso de los espacios públicos.

Ciertamente no son días adecuados para tomar medidas sancionadoras en medio del bullicio de la fiesta, pero es que  esto no es algo nuevo, y no solamente en fiestas, sino que se viene dando a lo largo de años, todas las semanas,en las mismas  calles y diría que con los mismos protagonistas.

No sé de quién o quiénes ( en casos así suele ser normal que la responsabilidad sea compartida) será la culpa de que las infracciones  se repitan y que las medidas  se limiten a  persecuciones, más bien teatrales que eficaces , y que nada solucionan.

Los resultados son los que se viven estos días: su multiplicación especialmente problemática  en lugares  festivos  e incluso los enfrentamientos entre ellos por el “ usufructo” del espacio público. A esa impunidad contribuyen , claro , algunos grupos no gubernamentales y otros que en ciertos temas suelen pecar de persistente “buenismo”.
Gracias por su atención.