Enric Vivanco Fontquerni

Navidades

El Gobierno de España ha aplicado un ERE al Govern de Catalunya, los que hemos padecido semejante agresión, sabemos el pan que se cuece, y ahora están sufriendo y comprobando los destrozos de una ley bendecida por ellos mismos y lo injusta que es a pesar de estar validada por esta democracia. Las leyes que van en contra de la mayoría de los asalariados, son normas aberrantes. La ventaja de los soberanistas del Principat, es que el trayecto histórico se contabiliza por siglos, y la meta está a tocar. La gesta es inmensa, la posición actual se ha conseguido por medio de la voluntad de una parte de la población, que ha empujado a partidos ideológicamente dispares a una meta que sigue intacta, que no es otra que construir un Estado propio. Las esencias suelen ser malas consejeras, si se hubiese convocado elecciones inmediatamente después del éxito del referéndum, el mal sabor de boca actual, se podía haber neutralizado, invocando que los que están por la construcción del futuro, y no del inmovilismo regresivo, no tienen miedo a que la población se exprese. La iniciativa en política siempre tiene premio. Es el Estado el que está a la defensiva, toda su fuerza bruta no logra neutralizar el avance del soberanismo, que tiene una base muy sólida, a pesar de los errores cometidos, sobre todo bajar la cerviz durante la transacción del franquismo, que fue un inmenso error. Si se convocan elecciones para finales de año, el republicanismo si se muestra unido, tendrá unas Navidades espléndidas, y los que no profesan con estas creencias, un inicio de año con una proyección de victoria. Las consultas siempre son bienvenidas, y su resultado si no hay trampas por medio, es el reflejo de lo que la población exige. Se ha de tener conciencia que los votos son los que dan la razón a las políticas y no las leyes, ya que los votos no son inmutables y como mucho cada cuatro años, se han de validar o cambiar el trayecto establecido. Si el soberanismo consigue mayoría en el Parlament, está legitimado para rubricar el nuevo Estado, que está en construcción.

Atentamente,

Enric Vivanco Fontquerni   

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