Julio Fernandez Hernandez

Niñatos ultra en el Antiguo

He participado en la gran mani contra la sentencia del Procés que se ha celebrado en Donosti a iniciativa de Gure Esku, formando parte de un bus desde Sestao (Eskerraldea) y como en tantas ocasiones, me suelo colocar al final de la cola (como lobo observador solitario)

Una vez que los últimos atravesaban los túneles del Antiguo, me encontraba situado cerca de las barandillas superiores de los túneles (a vista de pájaro) frente a Igeldo. y me disponía a incorporarme a la mani (arriba ya no quedaba casi gente) por lo que debía bajar la cuesta hasta la entrada de la boca de los túneles y adelantar a los últimos participantes, cuando observo a un grupo de adolescentes (cuatro o cinco) que muy sutilmente y con la ayuda de un mechero de bolsillo, estaban quemando con mucho disimulo las bridas que sujetaban una pancarta que colgaba de la barandilla por lo que en ese momento se me ocurrió fotografiarlo.

De repente uno se dio cuenta de mi proceder y rápidamente se me acercaron pidiéndome que borrara las fotos porque eran menores de edad y estaba prohibido.

Enseguida me di cuenta por su aspecto que eran los típicos «niños de papá» pijos y me negué a acceder a sus demandas y continué mi camino; ellos se me acercaron cada vez más y me repetían incansables al oído (sobre todo el líder) que debía borrar las fotos, pero al ver que les hacía oídos sordos y seguía mi camino, llamaban por teléfono a otros miembros del grupo solicitando apoyo (se llegaron a juntar una docena en bici).

En esto que llegue hasta la entrada de los túneles y pedí ayuda a un grupo de Gure Esku que estaban recogiendo los materiales y que a su vez llamaron a la Ertzaintza y después de pedirme el DNI, me pude marchar con ellos.

Estos adolescentes vecinos del lugar, me han recordado a la «Brigada político Social» del franquísmo.

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