Escuchando al lehendakari en los informativos lo de «no hay derecho», respecto a la supuesta integración en las listas electorales de EH Bildu de gente con procesos judiciales en el pasado, me viene una sincera reflexión. Observando en diferentes conflictos similares al nuestro, Cataluña por ejemplo, donde ha quedado plasmado y reflejado el egoísmo de su clase burguesa, donde mientras alentaban y delegaban sus objetivos en la clase obrera, ellos se dedicaban a robar con las manos llenas, con el amparo de su buen amigo el sátrapa Borbón.

Es de sobra conocido el «modus operandi» de las derechas en los pueblos del mundo, obligar a otros, gente humilde y sensible a poder ser, a conseguir sus metas llenas de palabrería y sueños inalcanzables. Una vez que ese pueblo ha dado su vida y toda la dignidad posible, es cuando encima se le exige pedir perdón a no sé quién, ¿será a nosotros mismos por acceder a tan miserable menester?

No hay derecho no, a no reconocer y pedir perdón como Gobierno español en el caso Mikel Zabalza, a encima premiar a uno de los implicados, a no reprobar tantos miles de casos de tortura sistemática, a no dar más apoyo moral y comprensión a las familias de Íñigo Cabacas, Rosa Zarra y demás asesinados por el abuso policial. Menos consejos ni reproches en un momento de cita con las urnas, esa actitud solo denota nerviosismo y dudas en el resultado final del sentir popular.