En los últimos días hemos tenido conocimiento de que representantes de los sindicatos SAE y Tecnos con representación en Osakidetza se han reunido con Vox en el marco de la negociación del Estatuto Marco regulador de las condiciones de trabajo del personal de la Sanidad Pública.

Diseñar estrategias de defensa de las condiciones de trabajo con partidos como este es blanquear el fascismo. Es abrir la puerta a quienes nos quieren sin derechos. Es ir de la mano de los verdugos del 3 de marzo.

En este pueblo sabemos lo que es luchar contra el fascismo, porque las consecuencias de esa lucha las hemos pagado de nuestra piel; Nuestras abuelas no sabían euskera, pero sabían que las mismas manos que mataron a Lauaxeta mataron a Federico García Lorca.

Este recorrido histórico nos ha dado la luz para buscar caminos en la lucha, pero, sobre todo, nos ha aportado la sabiduría colectiva para saber por dónde no va el camino.

Nuestras madres, padres, abuelas y abuelos, en su lucha por unas vidas libres y la dignas, sabían quiénes eran sus enemigos y nosotros tenemos claro quiénes son los herederos de los enemigos que los trabajadores hemos tenido a lo largo de la historia.

Las y los trabajadores de Osakidetza también somos hijos de la lucha obrera, hemos aprendido en casa y en el barrio dónde nacen los derechos. Sabemos que sin lucha no hay avances y quiénes se han opuesto a estos avances.

Tanto SAE como Tecnos dicen que son sindicatos apolíticos, con diferentes sensibilidades entre su afiliación. En ESK estamos seguros de que muchas de estas sensibilidades no se adhieren a la idea de ir de la mano de Vox y que están de acuerdo con ESK en que el personal es político, por eso les animamos a expresar públicamente su descontento, con el fascismo no se negocia.


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