Amaiur Moriana

Odio a mi patria − RIP

Vivo con la idea fiel de dar por culo a la patria y al rey. Odio a mi patria. Así se titula la canción del mítico grupo vasco de punk RIP, lástima que la censura se lo llevara por delante. Injurias al rey, decían los mismos fachas a los que se condenaba en aquella canción revolucionaria del siglo XX. Hemos cambiado de siglo, pero seguimos condenando las mismas ideas que hace 30 años. La libertad de expresión da pasos agigantados hacia atrás mientras nos abanderamos en nombre de la expresión libre. Mismas palabras encadenadas que siguen sin encontrar la llave del candado ancestral. No les conviene, no nos conviene. Nos va la revolución a pequeña escala, la silenciosa, la que no afecta al resto. Tu identidad de género es libre, pero no tus ideas políticas. No lo digas demasiado alto, puede que nos escuchen con su audición aguda, siempre ojo avizor.

A día de hoy nos va juzgarnos entre nosotros basándonos en quién la tiene más grande. En quién chilla y se queja menos. Las opiniones no se critican en voz alta, sino que se susurran entre cobardes. Cobardes con sus privilegios que miran por encima del hombro a aquellos que van en contra de sus principios de pijos consentidos. Esto no es un tema de poder adquisitivo. Aquí a todos se nos sale el dinero por las orejas, son aquellos que se creen superiores los que se lo restriegan al resto.

Vamos a seguir viendo stories que suben los pijos con aires de superioridad alardeando de su buena fe. Los que se creen los salvadores del mundo por publicar fotos de niños negros en sus pueblos de origen, como si fueran piezas de museo que exhibir en vez de menores a los que respetar su privacidad. «Son tan felices con tan poco. Ojalá aprender de ellos». Que digan lo que quieran, todos sabemos que al par de semanas cada uno volvió a su cómoda vida y dejando un vacío en los niños fotografiados como estatuas, hartos de ver al vaivén de los desconocidos sin un sentimiento de pertenencia.

Los salvadores que van de humildes son los mismos que miran hacia otro lado cuando los «marginados del barrio» crean problemas protestando, los que apoyan la fuerza policial a nivel local para sentirse ellos más seguros. Se les da apoyo a las culturas externas siempre y cuando no vengan a nuestro terreno a invadirnos, ¿verdad?

Intsumisioa. Antimilitarismoa. Independentzia. Oídos sordos a gritos de libertad, no interesa. Es mucho más cómodo ponerte los brillantes cada finde y creerte la Bad Gyal bailando cada fin de semana en un antro silenciado con el sonido de los altavoces que escuchar el mensaje que manda esa artista en cada una de sus entrevistas.

Antiguamente se decía que la política te calentaba la cabeza y te dejaba los pies fríos. Actualmente nos hemos quedado con la cabeza fría, incapaces de formar nuestra propia opinión y mucho menos de expresarla en cuanto va a contracorriente. No sé qué es peor.

Sigo odiando a mi patria, sigo con la idea fiel de dar por culo a la patria y al rey. Y al que no lo quiera escuchar, que se tape los oídos, cobarde sinvergüenza. Free Palestina.

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