Pedrori agurra
Pedro, langile borrokalaria, alaia eta bihotz handiko adizkidea izan da.
Pedroren txantxa bat izango balitz, hobe izango litzateke baina zoritxarrez bizitzen ari garena, egia hutsa da. Pedroren alaitasuna ez dugu berriro ikusiko eta zulo handia utzi digu.
Pedro, ha sido sobre todo el aita cariñoso para el que su familia ha ocupado el primer lugar de entre sus prioridades; Estrella, sus hijos y la ternura de sus nietos; lo sabíamos.
Ha sido el trabajador comprometido con sus compañeros, con sus derechos arrancados con esfuerzo a los empresarios, defensor del reparto del trabajo en el Puerto, opuesto radicalmente al doblaje de jornadas que tanta miseria originan entre los trabajadores de la ETT y solidario con ellos defendiendo su integración plena en la plantilla.
Siempre en primera línea, dispuesto a ayudar a todos. «Si hay que hacerlo, lo hacemos…» era una de sus frases.
Pedro no te abandonaba nunca. Fue atrevido en aquella situación en la que ante la detención de un compañero y sin dudarlo les dijo «si le llevan a este, también me llevan a mi…» y efectivamente también se lo llevaron; era Pedro.
Recordamos lo sufrido por la valiente insumisión de Asier al servicio militar. Estaba orgulloso y soporto junto a Estrella la preocupación por su hijo encarcelado.
Finalmente, la calle gano aquella batalla haciendo desaparecer la “mili”. Pedro estuvo en lo cierto.
Ha participado activamente en las movilizaciones de la izquierda abertzale, en los movimientos populares del Barrio, en la organización de las fiestas (como no…), en defensa de la vuelta a casa de los presos y refugiados políticos, en el derecho a migrar de todas las personas, el derecho al refugio… y… en tantas otras acciones por un mundo mas justo. También era un romántico.
Contaba con su habitual chispa, aquella época juvenil en la que trabajó como cartero en Armintza. Fue allí donde el pueblo le compró una moto de segunda mano. Teníamos que haberle visto.
Entre sus ocios preferidos, la montaña. Junto con otros buenos amigos crearon la asociación Makiluze, con la que planificaban salidas al monte en cuyas cumbres acostumbraba a fumarse un buen cigarro. Cierto es que también y al mismo tiempo metía piedras en las mochilas de los colegas; era Pedro.
Recordamos unas fiestas populares, en las que se empeño en pasar descalzo por unas brasas y que como es lógico acabó con los pies quemados. Le faltaba la técnica pero… era Pedro.
Como olvidar los cohetes que lanzaba en la boda de Julen y que por los pelos no entraron en la Iglesia…, o las bromas que le gastaba a Txema con el despertador…, la boda de Luisamari y Goio con su entrada «bajo palio» con una sombrilla… o cuando le mordió un jabalí al que pretendía alimentar a mano… era Pedro.
Kepa, ha significado el difícil equilibrio entre compromiso y fiesta, en el hemos visto el cariño incondicional a los de casa; por él hemos aprendido a vivir en fidelidad con las causas populares y hemos comprobado que la Solidaridad entre las personas es el antídoto a la soledad y el miedo.
Hemos sentido que nos quería y seguro que también supo que le queremos
Berriro elkar ikusi ez arren, sentitzen zaitugu Pedro.
Utzi diguzun arrastoa ezaba ezina da eta ez dugu ahaztu nahi.
Geroarte Pedro adiskide maitia