¡Cómo a ti te perdona todos los días!
Amar es de Valientes y es difícil ¡Y perdonar sí que es muy difícil, pero no es de cobardes!

¡Perdona a tus padres! No importa que ya no estén aquí porque llegaron tarde para perdonar, no supieron muchas veces amar, pero madrugaron mucho por ti.

¡Perdona a tus profesores y compañeros de la escuela! Por hacerte bullying muchos años o porque te hacían la vida complicada y dejaron una huella en ti.

¡Porque ellos ya han sido juzgados!

¡Perdona a tu patrón! Explotador y bien conocido por todos, que te despidió del trabajo sin ninguna causa justa.

¡Ya fue juzgado!

¡Y a tu hermano por todo lo que hizo!

¡Y a los que se decían tus amigos por lo que no hicieron!

¡Y a los compañeros de trabajo por lo que dejaron de hacer!

¡Porque te desajustaron la vida!

¡Ya han recibido la paga de lo que hicieron!

Y a los vecinos que murmuran de ti.

Y a los calumniadores y estafadores.

Y a los banqueros que no dejaron la usura.

¡Y a muchos más.

¡Y a los que te critican o hablan a escondidas mal de ti por dar testimonio de mí!

¡Si has entendido esto, eres un hombre sabio y el espíritu habita en ti!

¡Y cuando de verdad hayas perdonado, entonces podrás hacer justicia a los hombres. ¡Mientras, no!

¡Y te aseguro que Dios ya les ha hecho justicia para siempre!

Y el buen maestro te ha perdonado por todo.

Por tus pensamientos que tú los sabes.

Por tus palabras. Que te las guardas.

Por tus obras. Que las ocultas.

Porque no haces lo que sabes que tienes que hacer.

¡Perdonar sí, como Jesús lo hizo por ti!

Y por cada prójimo, todos los días lo hace.

Él te da la fuerza para que te perdones cada día, como él te perdona todos los días y en su silencio comenzar a ser un hombre grande como él y lleno de su espíritu de paz y amor.

¡Y así ser un hombre justo y bendición para tus hermanos!

¡Jesús te perdonó y vuelve a arriesgarse todos los días por ti! Y aún sabiéndolo él esto, cada día muere por ti, como el mejor de tus amigos, para que te arriesgues a morir cada día un poco más por ti por él.