Enric Vivanco Fontquerni, Barcelona

Predicar en el desierto

Es prácticamente imposible disociar la crisis económica, de la crisis medioambiental, de la crisis estratégica, de la crisis democrática. Todas ellas se imbrican y se refuerzan mutuamente.

Una de las expertas de mayor prestigio sobre el impacto ambiental del turismo, la doctora Ya-Yen Sun, ha elaborado junto su equipo un estudio sobre las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con el turismo a escala mundial. La primera referencia es el incumplimiento de este sector con los acuerdos de París, que obliga a reducir sus emisiones en un 10% anual. Esta pormenorizada investigación abarca a 175 países. La científica advierte que el crecimiento de este sector industrial es insostenible para el clima. El excelente estudio muestra que entre el 2009 y 2019 las emisiones crecieron en un 3.5% anual, el doble que el de la economía mundial. El turismo está asociado a una alarmante distribución de recursos, ya que hay una disparidad per cápita entre las naciones de altos y bajos ingresos. En el 2013, el turismo contribuyó con el 8%, de las emisiones mundiales del efecto invernadero. La tasa de crecimiento anual de gasto del turismo es del 5,5%. Es un sector difícil de descarbonizar. Los modelos predicen que las emisiones del turismo se van a duplicar cada 20 años. El gasto relacionado con el turismo ha pasado en el 2019 de 672 dólares de media por viajero, frente a 536 dólares en el 2009, con las correcciones correspondientes económicas para que los datos sean proporcionales. Uno de los índices más relevantes del estudio es que las emisiones globales por países, está en función de la renta media. Los de alta renta produjeron por viajero 3,1 toneladas de CO₂, sobre todo por los viajes al exterior, los de renta más baja la media es de 0,02 toneladas de CO₂, en cambio, lo que se enmascara es que los ciudadanos de los países con menor renta, que viajan tienen el mismo dispendio medio por viajero que el de los países de mayor renta. En conjunto con mayor capacidad económica, mayor huella ecológica genera, es una constante. Este estudio abarca el turismo interior. La innovación tecnológica reduce las emisiones, pero el incremento de pasajeros anula esta ventaja. El aumento total de emisiones a escala mundial el 60% está causada por: Estados Unidos, China, y la India. El transporte aéreo sigue siendo el problema principal para poder disminuir las emisiones de gases. Los viajes internacionales es el segmento con mayor contaminación por viajero, así que se deberían limitar de forma urgente, desde el punto de vista climático y social. El estudio recomienda que el caso de los veinte destinos turísticos con mayores emisiones de los cuales los tres mencionados anteriormente, que son grandes mercados de turismo interno, y también receptor, si hubiesen reducido el 1% anual, habría supuesto una disminución del 7% de las emisiones mundiales producidas por el turismo. Por supuesto que es imprescindible que algún medio de comunicación considere este asunto como necesario y urgentísimo para tenerlo en cuenta y empezar a concienciar que el movimiento compulsivo de la población provoca de forma directa: muertes, enfermedades, desastres naturales, gentrificación, expulsión de la población en las ciudades, y en el campo, problemas de seguridad, y causa infelicidad permanente, ya que nuestra sociedad es infeliz en su propia naturaleza.

Atentamente.

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