Iñaki San Sebastián Hormaetxea

Querencias dictatoriales

           
Para el conjunto de los españoles no lo sé, pero se diría que las cosas se le están poniendo bien a D. Mariano. El desenlace de la batalla interna en el PSOE parece despejar el horizonte, de cara a su investidura en los próximos meses. ¡A estas alturas podría estar celebrándolo, tomando unos vinos en compañía de D. Luis-bar se fuerte y Doña Rita-bar eres la mejor!. Que ocurrencia eso de llamar corruptos a los salva-patrias. ¿Verdad amigos Blesa y Rato? Toca ir pasando página de esta historietas y como España siempre va bien con el PP, a seguir imponiéndonos su trágala neoliberal. ¡Vivir para ver! Con el apoyo del dinero y aprovechándose del miedo enfermizo que atenaza a demasiada gente, diría que se nos ríen a la cara. En fin, probablemente son fantasías mías, pero no dejo de ver, en el Sr. Rajoy ciertas querencias dictatoriales. ¿Logrará volver a mandar sin oposición? ¿Qué podemos esperar de la recién nombrada Gestora sureña del PSOE, controlada por Dña. Susana?  ¿Cuál va a ser la alfombra roja que coloque a los pies del Sr. Rajoy, para que acceda a la Presidencia del próximo Gobierno español?

           
Y sin embargo, según dicen algunos expertos, la globalización liberal y el gran poder de los núcleos financieros no parecer estar llevando, ni a la aldea global, ni a España, a buen puerto. En lugar de la paz y la prosperidad prometida, está trayendo pobreza, desigualdad, contaminación, agotamiento de recursos, guerras, caos migratorio a nivel planetario, etc. Total que el neoliberalismo triunfante, tarde o temprano, va a tener que ir tragándose su todopoderoso lema… el Estado no es la solución sino el problema. Quizá está llegando el momento de dar paso a doctrinas socio-económicas, tal vez no tan nuevas, arrinconadas con intenciones poco claras, por parte de los poderes fácticos del momento. Con una problemática global de este calibre, ¿a qué se juega en la España una, no tan grande, ni tan libre?.
            
Entre tanto, la izquierda y el progresismo español divididos en infinitos reinos de Taifas, con muchísimas ideas, pero incapaces de encontrar un mínimo común denominador que les permita poner fin a tanta tomadura de pelo. ¿Dónde está realmente el problema? ¿En los líderes? ¿En las bases? ¿En el pasotismo de quienes se dicen progresistas? ¿Cómo podemos ser tan masocas como para dejarnos martirizar cuatro años más?

Recherche