Sálvese quien pueda
Se activa en Euskadi el Plan de Emergencias ante la Contaminación de la Ribera del Mar por la llegada de pélets a la costa. El Ayuntamiento de Sopela, localidad afectada, emite una alerta recomendando no acceder a las playas para evitar enterrarlos y que los operarios de limpieza y guardas medioambientales puedan trabajar.
Desde los acantilados que bordean este arenal, cuento, para mi sorpresa, más de 50 personas surfeando y sobre una decena paseando por la arena. Cierto es que la cantidad de deshechos plásticos en nuestros litorales es visible y preocupante durante todo el año. No obstante, por prevención, se da desde las instituciones una clara indicación para estos días, que, una vez más, como ya ocurrió en la pandemia, es desoída por una parte de la población. Qué lejos parecen quedar aquellos días y qué poco aprendimos del bien común. Inquieta ciertamente cuál será la respuesta social a la próxima gran crisis que habremos de afrontar, la medioambiental, pues el egoísmo e individualismo de nuestra sociedad queda patente a la mínima. Sálvese quien pueda.