Somos miles. Miles de personas que llevan años estudiando oposiciones para trabajar en la sanidad pública vasca. Celadores, enfermeras, atención al público, médicos, cocina, limpieza... Miles. Y ninguno entendemos el desastre de gestión de las oposiciones y las bolsas de trabajo. Porque lo entienda la ciudadanía: hay gente que aprobó las oposiciones en 2018 y todavía está sin trabajar ni un día. Los mismos que, en cambio, ya han tenido que hacer otro examen-oposición el año pasado y otro que acaban de convocar para hacer este 2023. ¿Alguien nos lo puede explicar? ¿Cinco años con un examen aprobado para poder acceder a un puesto de trabajo? Esto es solo la punta del iceberg de una mala gestión de nuestra sanidad pública. No es casualidad que ambulatorios y hospitales den cada vez peor servicio. Y que la ciudadanía pague las consecuencias. Mientras miles esperan una llamada para trabajar, no hay personal suficiente. Nadie lo entiende. Algo pasa con Osakidetza.