Enrique Vivanco Fontquerni

Sonrisas

Varias «think tanks», cada año evalúan la situación de la democracia en el mundo. En el último informe de Freedom House, en un recorrido de los últimos trece años, lo que considera democracias estables, sobre un baremo de 0 a 100, Francia, Italia, Alemania y el Reino Unido, han perdido tres puntos y Estados Unidos 7 puntos. Es innegable que la democracia se está agrietando por su centro existencial. Cuando se repite de forma intensiva la gran salud de la democracia del Estado, recién llegada por un pacto con la dictadura, supervisada por la bota militar, este frenesí de proclamar que se está en un Estado de Derecho, no deja de ser una ocurrencia muy poco sutil. Las declaraciones de un militar en la celebración de la patrona del gremio, para demostrar que eso del machismo, lo tienen superado desde el primer día de su existencia, amenazando a los que le alimentan y le pagan las medallas, con una cínica expresión: que lo volveremos hacer. En cualquier Estado democrático, es inimaginable que hubiese ocurrido semejante discurso por muy deteriorada que estuviese su democracia, hubiera sido destituido ipso facto, con su medallero incluido.

En los países bananeros los que mandan son los sables, como se puede apreciar. En la concepción de Dostoievski, el hombre vive en rebelión constante contra la tiranía de la razón. Esta concepción llevada a la esfera política, despoja de todo significado verdadero tanto a la libertad como a la democracia política. «Partir de una libertad limitada es acabar en un despotismo limitado». La Revolución Francesa que universalizó la libertad, recordaba Lord Acton: «Nunca hasta entonces habían los hombres luchado por la libertad sabiendo porqué luchaban», en el sentido que Goethe en Valmy, proclamó: «Aquí se inicia hoy una etapa nueva en la historia del mundo, y vosotros podéis decir que estuvisteis presentes». Sí, las marchas de las sonrisas acompañando las urnas, marcará en el mundo, un nuevo paso hacia la libertad, por muchos funcionarios que amenacen y apliquen leyes injustas y trasnochadas.

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