Javier Orcajada del Castillo | Bilbo

Voltaire y los vascos

Merece la pena leer "La princesa de Babilonia", del genio Voltaire.. Es una obra escrita en tono divertido, pero con mucha moraleja tras sus sátiras. Pero, además, se trata de un admirador que nos honra a los vascos, porque pone en entredicho las ansias de humillarnos muchos autores clásicos y actuales españoles que han sido nuestros más feroces críticos, que han ignorado e infravalorado nuestra literatura porque no la han conocido ni respetado, a pesar de que los vascos siempre hemos admirado la española. Es por ello lógico poner de manifiesto el homenaje que nos hace nada menos que en el siglo XVIII citando a los vascos reiteradamente. He aquí una síntesis de sus originales opiniones, aunque con tono burlón, para nuestro orgullo al ser citados por este autor universal que fue perseguido ferozmente por no plegarse a las presiones de la iglesia católica. «Puedo daros dos mil hombres muy sobrios y valerosos y podréis alistar otros tantos en los pueblos que habitan, o más bien que brincan a la falda de los Pirineos y que llaman vascos o vascones…». «Son hombres infatigables, atrevidos y graciosos y quedaréis muy contentos con ellos». Otro pasaje: «En breve llegó alegre y ufano un escuadrón de vascos bailando al son del tamboril…». «Los vascones dijeron que de cosas más arduas habían salido, que ellos solos desbaratarían a los egipcios, a los indios y a los escitas…». «Las cien trompetas de la fama han publicado las victorias que con el auxilio de sus españoles…, sus vascones y sus unicornios alcanzó contra los Tres Reyes…». En realidad esta obra es típica de Voltaire a la que da un tomo de su fino y cáustico sentido del humor con el que desarrolla sus puntos de vista filosóficos y enjuicia con agudeza a los poderosos y a los que se aprovechan de la gente sencilla e inculta. Ese estilo hace que se lea con facilidad y ánimo de aprender de sus criterios. El juego es que incorpora a los vascos a los que conoció en algún viaje, pero lo relata como una leyenda en tono burlón desarrollando la acción haciendo referencia a los griegos en el siglo XIII antes de JC, por tanto, se trata de una de sus divertidas sátiras con las que aprovecha para explicar sus profundos criterios filosóficos. Muchos autores universales nos ensalzan, aunque hayamos tenido que soportar mentiras y leyendas negativas de escritores españoles. Pero nos han honrado con su afecto Shakespeare, Estrabón, Anais Nin, William Douglas o el cineasta Orson Welles. Eskerrik asko, Francois-Marie Arouet.

Recherche