Y ahora, ¿qué?
Si has participado este año de el programa Vacaciones en paz seguramente estes con pena y andarás recordando todos esos momentos bonitos vividos con el o la niña saharaui. La despedida tiene cierta dureza porque sabes que pasa del todo a la nada, a un lugar llamado la hammada que significa donde no crece nada. En parte nos alivia pensar que se va con su familia, con su gente, con su pueblo porque finalmente no hay un mejor refugio que el regazo de una madre. Seguramente durante este verano habrás pensado y reflexionado sobre el sentido de la felicidad o que es la felicidad en si misma y habrás podido comprobar por las conversaciones que has tenido con el/la niña que no hace falta mucho para ser feliz y seguramente habrás pensado que aquí vivimos en una burbuja que circula a 200 km/h y no nos deja pensar. La estancia de estos pequeños en cierta medida nos sirve para parar y pensar.
Te preguntaras como puedes ayudar o colaborar a partir de ahora. El trabajo de visualización de esta causa que se hace desde aquí es muy importante osea que involúcrate, hazte socio de la asociación de ayuda al pueblo saharaui mas próxima, movilízate, colabora en las próximas actividades, cuéntale al vecino del quinto tu experiencia, cuéntale que hay un pueblo abandonado en el desierto, dile que al no tener ojos azules y pelo rubio son refugiados de segunda y cuéntale que viven en uno de los lugares mas inhóspitos del mundo y están en guerra. Si, están en guerra desde noviembre del 2020 cuando Marruecos ataco a su población civil en el paso del Guerguerat.
El siguiente paso en este camino es visitar al niño que ha pasado contigo el verano.Es una experiencia que no olvidaras nunca.Te animo a que el próximo diciembre salgas de la burbuja , hagas la maleta y vayas a disfrutar de una experiencia diferente. Nosotros y nosotras en casa ya la estamos haciendo.