Un incendio declarado el martes por la noche en una planta de reciclaje de Gasteiz afectó ayer notablemente a la calidad del aire en la capital alavesa, que durante la mañana registró los peores indicadores de Europa. Resulta insólito que, en las mediciones de la estación de la Avenida Gasteiz, que forma parte de la red del Gobierno de Lakua, hubiera un vacío temporal de tres horas entre las 22.00 del martes y la 1.00 de ayer, en el punto álgido del incendio. Las autoridades deberán investigar este hecho y dar una explicación veraz.

A pesar de estar controlado, el incendio permanece latente y tardará en apagarse del todo. Desde el Ayuntamiento se adelantó que habría sido fortuito. Quizás consideren esa hipótesis tranquilizadora, pero la duda es evidente: ¿Cómo es posible que una planta de reciclaje situada en un entorno urbano pueda sufrir «un incendio fortuito por combustión espontánea»? Hay que tener en cuenta que en Gasteiz ya se registró un accidente similar en 2021 y que el año pasado ocurrió otro incendio en otra planta de reciclaje en Goiain.

De forma paralela, un estudio dado a conocer el martes reveló que el análisis de muestras cercanas a la incineradora de Zubieta ha detectado los niveles de dioxinas más altos encontrados en Europa en más de una década. Concretamente, un huevo recogido en un huerto doméstico de Hernani, a 3,5 kilómetros de la instalación, multiplicó por 10 el límite legal fijado por la UE. Otras incineradoras como las de Ivry-sur-Seine, en París, y en Harlingen, en Países Bajos, también sufren «fallos sistémicos en la supervisión medioambiental», según destaca el informe realizado por la Fundación ToxicoWatch.

La calidad del aire, de la cadena alimenticia y, en general, de la salud pública exigen una monitorización constante y rigurosa. Las regulaciones deben cumplirse de forma estricta y, si se vulneran, debe haber consecuencias. La rendición de cuentas y la transparencia son ineludibles. En todos estos ámbitos, dentro de los parámetros europeos, las administraciones vascas y muchas empresas que dan esos servicios suspenden. En este caso, la cortina de humo es de auténtico humo.