UPN-PP, extravagancias para cohesionar sus filas

Ayer el Parlamento de Nafarroa vivió uno de esos debates estrafalarios que de tiempo en tiempo plantea la derecha navarra. Esta vez fue el PP quien proponía declarar persona non grata a la consejera del Gobierno de Lakua, Arantxa Tapia, por haber hablado de cuatro capitales vascas y construcción nacional. Hace unos años también aquel prepotente régimen presentó una moción que planteaba que el abertzalismo no pudiera gobernar jamás Nafarroa, como si tal cosa dependiera de las declaraciones institucionales y no de la voluntad de la ciudadanía navarra expresada en las urnas; ni en sus peores pesadillas hubiera pensado entonces que la hipótesis sería hoy real.

No obstante, la polémica no debe tapar el contexto de esas palabras. Las manifestaciones se realizaron en una visita del ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, para informar de las últimas decisiones que el Gobierno español había tomado con respecto al TAV, a saber: que la unión de Iruñea con la Y vasca será a través de Gasteiz y que se ha descartado la opción del transporte de mercancías entre Gasteiz y Burgos. Ante las adversas noticias que traía el ministro, Arantxa Tapia trató de salvar la cara y justificar el proyecto invocando el país y la construcción nacional, lo que acabó por disgustar al PP. En cualquier caso, por la forma que va tomando ese macroproyecto no parece precisamente que vaya a ser un valor para esa construcción, cuando esquilmará presupuestos públicos, fomentará las desigualdades socioeconómicas y no supondrá siquiera un ahorro de tiempo respecto al transporte en carretera entre puntos como Iruñea y Donostia.

No conviene, sin embargo, restar importancia a estas boutade de la derecha. Con ellas, además de ocultar ciertos debates, está condicionando otros al marcar determinados conceptos, lo que le ayuda a cohesionar a sus votantes. Además de cierta guasa sería interesante diseñar estrategias para desactivar una técnica cada vez más extendida.

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