En su mensaje de fin de año, el primero que Urkullu ofrece como presidente del Gobierno de Lakua, ha afirmado que en estas fiestas se viven «momentos de encuentro, solidaridad y nuevos propósitos».

Respecto a los «momentos de encuentro», ha señalado que se ha iniciado «una nueva etapa de oportunidades: la paz, la convivencia y la concordia» que se deben «tejer y edificar». «Compartimos la ilusión de dejar atrás el terror y el rencor. Vamos a necesitar mucha generosidad y altura de miras; generosidad personal y compromiso colectivo. El pasado y el futuro nos lo demandan», ha añadido.

Por ello, ha emplazado a «trabajar juntos, con lealtad y discreción» para conseguir «superar el pasado, restaurar plenamente los principios y valores humanos» y legar a las nuevas generaciones de vascos «un nuevo futuro en el que la violencia, la imposición y el odio no vuelvan a anidar entre nosotros».

En cuanto a la crisis económica, ha apuntado que se han vivido «tiempos de bonanza económica», pero ahora tocan «tiempos de disciplina y de responsabilidad». «El Gobierno Vasco va a aplicar el máximo rigor económico. Nos vamos a apretar el cinturón y vamos a hacer lo mismo que hacemos en nuestras familias», ha precisado.

Iñigo Urkullu no ha querido ocultar que Gipuzkoa, Araba y Bizkaia vivirán ahora «dos años de problemas, esfuerzos, ajustes y desempleo; dos años de dificultades», pero se ha mostrado convencido de que se van a superar.

«Avanzar es crecer como nación»

En su mensaje de fin de año, en el que se plantean «nuevos propósitos», el lehendakari no ha querido olvidar el suyo y de su Gobierno, el de lograr «el acuerdo». «Nuestro propósito es lograr el acuerdo. Desde el espíritu del acuerdo y la colaboración hemos conseguido superar grandes retos como país; hemos conseguido avanzar», ha apuntado.

El máximo responsable del Gobierno de Lakua afirma que ofrecen «acuerdos» y demandan «respeto». «Respeto a nuestro autogobierno. A las políticas educativas, sanitarias o culturales; a las decisiones económicas y políticas que hemos adoptado y queremos adoptar de manera democrática en Euskadi», ha dicho.

Asimismo, ha precisado que «avanzar es crecer como nación», pero ha recordado que, para hacerlo, «es preciso acordar, sumar». «Las personas con las que me encuentro nos piden que seamos capaces de acordar entre diferentes, quieren que nos pongamos de acuerdo ante las dificultades», ha añadido.

Urkullu ha afirmado que «este es el latido íntimo» del pueblo vasco y su «empeño personal», que hace extensivo a todo su Gobierno y al que se propone «sumar al conjunto de instituciones, agentes económicos y sociales».