El pleno de la Cámara autonómica ha debatido este jueves acerca de este asunto a propuesta de EH Bildu, que ha registrado un texto en el que critica las «violaciones arbitrarias de derechos fundamentales» cometidas por el actual delegado del Gobierno español en la CAV, Carlos Urquijo.

Entre otras actuaciones de Urquijo, la portavoz de EH Bildu, Laura Mintegi, se ha referido a medidas impulsadas en los últimos meses por el delegado contra la designación de iconos festivos –como sucedió en Laudio y Bilbo– o contra los recibimientos dispensados a expresos.

La iniciativa de EH Bildu no se ha votado en bloque, sino por puntos. En el primero, se rechaza la actuación del delegado del Gobierno español, «dado que recorta los derechos y las libertades fundamentales de la ciudadanía». En el segundo, se reclama la «desaparición» de la figura y las competencias de esta institución. Ambos puntos se han aprobado con el apoyo de EH Bildu y el partido jeltzale, mientras que PSE, PP y UPyD han votado en contra.

El tercer apartado de la iniciativa planteaba que las competencias de la Delegación del Gobierno español pasaran a ser ejercidas por el Gobierno de Lakua. Este punto ha sido rechazado, dado que solo ha contado con el apoyo de EH Bildu, mientras que el PNV se ha abstenido y el resto de grupos han votado en contra.

«Ridículo»

En su intervención, Mintegi ha criticado que la figura del delegado es una reminiscencia de los «antiguos gobiernos militares o civiles», y que «no tiene sentido» en la actual configuración del Estado. Además, ha denunciado que este cargo se asemeja al de un «comisario» que no ha sido elegido en las urnas y que se dedica a «fiscalizar» como un «francotirador» las decisiones políticas adoptadas por las instituciones democráticas.

La portavoz de EH Bildu, en referencia a la respuesta dada por los tribunales a algunas de las iniciativas de Urquijo en relación a asuntos como los recibimientos a expresos, ha destacado que el delegado del Gobierno español «ha superado ampliamente la línea del ridículo».

Por parte del PNV, Joseba Egibar ha asegurado que si el Estatuto de Gernika se hubiera desarrollado en su integridad, las competencias del Gobierno español en la CAV, y por lo tanto el margen de actuación de la Delegación, serían «mucho más limitadas». De esa forma, ha afirmado que no habría «exhibiciones» como las que, a su juicio, realiza el delegado con la presencia de la Guardia Civil en las carreteras vascas.

«Intereses de España»

En una línea similar, ha denunciado que este es un cargo que se ha convertido en una «fortaleza para la defensa de los intereses de España» y que «sistemáticamente va más allá de sus competencias». «El Estado tiene donde ahorrar», ha añadido en referencia a la petición para que esta figura desaparezca.

El portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, ha considerado que este es un debate «que no da para más» y que la propuesta de EH Bildu para que el Gobierno de Lakua asuma las competencias de la Delegación es una «ocurrencia».

Nerea Llanos, del PP, ha defendido la labor desarrollada por Urquijo, y ha reprochado a EH Bildu que pretenda lograr para sí «una impunidad jurídica de carácter vitalicio». Además, ha recordado que este es un cargo que aparece recogido en la Constitución español, y ha asegurado que «Euskadi no puede desligarse del proyecto común de España».

El parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, ha destacado que la Delegación del Gobierno está tratando de «evitar actos de exaltación del terrorismo» y que se trata de una institución «legal, constitucional y democrática».