El Ejército israelí reforzó ayer la seguridad en el área de Nablus con cuatro batallones e inició una operación de búsqueda en la zona para localizar a los autores de la muerte a tiros de dos colonos.

También se ha aumentado la dotación policial esta mañana en la Ciudad Vieja de Jerusalén, donde se celebrarán en la Explanada de las Mezquitas las oraciones del mediodía del viernes, día sagrado para los musulmanes.

Esta madrugada, presuntamente extremistas judíos han incendiado un vehículo palestino cerca de Ramallah y han hecho pintadas en distintas ubicaciones en las que exigían «Vengar a los Henkin», apellido de los dos colonos muertos anoche supuestamente a tiros por atacantes palestinos, ha confirmado una portavoz policial.

En otro ataque supuestamente judío en la localidad palestina de Beitin, al norte de Ramallah, una vivienda ha sufrido daños al ser apedreada, mientras que un coche palestino ha sido también atacado con piedras en la carretera 60, según informa el digital israelí ‘Ynet’.

El vehículo de un comandante de la Intelegencia palestina en Hebron ha sido también apedreado cerca de la localidad de Beit Furik, en la zona donde tuvo lugar el ataque mortal.

En la localidad palestina de Kafr Ad Dik, cerca de Salfit, al sur de Nablus, los residentes quemaron han quemado en la entrada principal del pueblo para evitar que colonos entrasen a perpetrar ataques.

Esta mañana, sobre las 8.30 hora local (7.30 en Euskal Herria), un palestino de 25 años del campo de refugiados de Shuafat (Jerusalén Este) ha sido detenido en la Ciudad Vieja acusado de  de lanzar varios cócteles molotov a agentes de la policía y la guarda fronteriza, que no han sufrido daños.

La violencia sigue al ataque mortal de anoche, en el que Eitam y Naama Henkin, quienes murieron por disparos realizados desde otro coche cuando viajaban con sus pequeños, de entre cuatro meses y nueve años, que resultaron ilesos, en la carretera entre los asentamientos judíos de Itamar y Alón Moré.

Los fallecidos, residentes de la colonia de Neria, serán enterrados este viernes en el cementerio judío de Givat Shaul, a las afueras de Jerusalén.

La Policía ha informado de que cerrarán durante el funeral tramos de la autopista 1, principal vía de acceso a Jerusalén, así como calles cercanas al cementerio.