Arropados por miembros de Etxerat, Urtzi Errazkin y Patricia Vélez han informado del siniestro que sufrieron dos amigos del preso Arkaitz Goikoetxea en las inmediaciones de Burgos cuando regresaban de visitarle en la prisión de Valdemoro, en Madrid, donde el getxotarra se encuentra encarcelado por diligencias. El conductor perdió el control del vehículo, que pegó repetidamente contra el guardarraíles haciendo que reventara primero la rueda delantera y después, la trasera.
Los dos ocupantes del coche tuvieron que proseguir el viaje en taxi. Aunque en un principio parecía que no habían sufrido daños de consideración, uno de ellos requirió atención médica al día siguiente, debido a los dolores que padecía. Hoy portaba aún un collarín.
Desde Etxerat han incidido en las consecuencias de la dispersión sobre los familiares y amigos, al margen de las que tratan de presionar a los presos vascos. «Nos han impuesto la obligación de viajar, y nos han impuesto la obligación de hacerlo, además, en condiciones de riesgo», han comentado sus portavoces después de recordar el papel que jugaron PSOE, PP y PNV en la aplicación «global y sistemática» de la política de dispersión.
Tras 27 años de dura experiencia, familiares y amigos de los represaliados han incidido en que «nunca ni uno solo de los partidos que persisten en el mantenimiento de la política de dispersión han mostrado sorpresa al conocer el alcance de sus consecuencias, sobre nuestra salud física y síquica, sobre nuestra economía, sobre nuestras vidas y, en suma, sobre nuestros derechos».
Después de este tercer accidente grave, desde la asociación han reiterado su voluntad de seguir denunciando la dispersión «con los agentes y las instituciones que buscan un nuevo escenario, seguiremos trabajando por los derechos de todas las personas, por la paz, la gran perdedora ante el inmovilismo y la persistencia de las políticas de excepción».