«El Acuerdo sigue siendo una piedra angular de los esfuerzos globales para atajar efectivamente el cambio climático, y no puede ser renegociado», han asegurado los líderes en las conclusiones aprobadas durante la cumbre que celebran en Bruselas.
Los líderes de la UE han reafirmado su compromiso para implementar «rápida y totalmente» el tratado, con el objetivo de cumplir los objetivos de financiación para la lucha por el clima y para «continuar liderando» esta labor.
Los jefes de Estado y de Gobierno han subrayado además que el Acuerdo «es un elemento clave para la modernización de la industria y economía europea», un argumento que se contrapone al esgrimido por la Administración Trump, que considera que el cumplimiento de lo pactado perjudicaría a sus empresas frente a las de otras potencias mundiales.
Los países de la UE, aseguran, «impulsarán su cooperación» con los socios internacionales que forman parte del acuerdo y «en particular con los países más vulnerables», en lo que consideraron un ejercicio «de solidaridad con las futuras generaciones y responsabilidad hacia todo el planeta».
La Unión Europea responde así de forma colectiva y al máximo nivel político comunitario a la decisión de Donald Trump de abandonar el Acuerdo de París, después de que varios de sus miembros y otros socios del pacto hayan expresado en diferentes foros internacionales, como el G7, su compromiso con el acuerdo. Además, cierran la puerta a renegociar sus términos, tal como pidió Trump al anunciar que abandonaba el acuerdo sellado en 2015.
«Nos estamos saliendo. Pero vamos a empezar a negociar y veremos si podemos llegar a un acuerdo que sea justo», declaró Trump, quien añadió que su objetivo es conseguir un pacto «enteramente» nuevo y «mejor» para Estados Unidos.