Raúl CAMPOS
BILBO

Telefónica compartirá contenidos tras cerrar la compra de Canal+

Tras hacerse con la televisión de pago, Telefónica tendrá que cumplir una serie de requisitos para ajustarse a las normas de competencia, entre los que destacan el de dar acceso a sus contenidos a empresas rivales o renunciar a las exclusivas sobre contenidos para VoD.

Tras un año de revisiones y ajustes, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha aprobado la compra del 56% de Canal+ por parte de Telefónica, que ya poseía el 44% restante. La transacción ha supuesto para la empresa de telecomunicaciones el desembolso de 750 millones de euros, así como la aceptación de una serie de limitaciones que tendrá que cumplir al menos durante un plazo de cinco años.

Entre las condiciones dictadas por la CNMC, destaca la obligación de Telefónica de dar acceso a sus competidores al 50% de sus canales Premium, tanto los pertenecientes a Canal+ como los propios de Movistar TV. Entre los contenidos de estos canales podemos encontrar la retransmisión de eventos deportivos en directo o las películas y series de las llamadas mayors americanas, es decir, los contenidos audiovisuales más demandados. Los proveedores de servicios rivales (como Ono o Gol TV) podrán elegir cuáles de estos canales incorporar a su oferta, y la mitad restante podrán adquirirla «a un precio mayorista razonable» vigilado por la propia CNMC.

Otro rasgo interesante es que Telefónica renunciará a adquirir en exclusiva contenidos para vídeo bajo demanda (VoD), lo que contradice directamente la política que la empresa ha llevado hasta ahora con servicios como Movistar Series, cuyo mayor reclamo es precisamente introducir títulos inéditos en el Estado. En cuanto a contenidos tradicionales, Telefónica no podrá mantener exclusivas durante más de dos años, ni podrá «adquirir derechos exclusivos de emisión que no vaya a explotar», es decir, no podrá cerrar un trato en exclusiva sobre un producto audiovisual y no emitirlo.