R.S. DONOSTIA
Acuerdo de Estado «Antiterrorista»

Sánchez engrasa una Gran Coalición aceptando la cadena perpetua del PP

Referentes del PSOE como el vasco Eduardo Madina o el catalán Miquel Iceta critican el pacto de Estado «antiyidahista» (en realidad «antiterrorista) alcanzado por su secretario general, Pedro Sánchez, con su homólogo del PP, Mariano Rajoy. La aceptación de la prisión permanente revisable, rechazada hasta ahora por el PSOE, marca el precio de un acuerdo que marca una dirección evidente: una Gran Coalición postelectoral.

El pasado 20 de enero, el PP sacó adelante en el Congreso su enésima reforma del Código Penal, con la introducción de la llamada prisión permanente revisable como medida estrella. El PSOE la rechazó abiertamente como «un paso atrás en el sistema de derechos y libertades, basado en el populismo punitivo». Apenas diez días después, el mismo partido cambia de posición y acepta un pacto de Estado vendido como «antiyihadista» pero en términos estrictos «antiterrorista», en el que se incluye esa misma fórmula de cadena perpetua.

El giro ha sido forzado por el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que llevaba tiempo buscando una foto que le sitúe como hombre de Estado con un gran acuerdo de este estilo. La conmoción provocada en toda Europa por la matanza de París le ha dado la excusa. El movimiento tiene pues cierta derivada personal, porque desde el PP se insistía en señalar a Sánchez como un líder muy alejado de la «responsabilidad de Estado» que elogia de su antecesor, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Con la aceptación de la polémica cadena perpetua del PP, el PSOE allana además el camino hacia la idea de una Gran Coalición entre ambas fuerzas en el caso de que sea necesaria tras las elecciones estatales para frenar a Podemos y/o enfrentarse al soberanismo catalán. En su reciente visita a Donostia, ante una pregunta que le instaba a desmarcarse de esa opción, Sánchez eludió hacerlo.

Con el acuerdo, el PSOE asume la creciente agenda securócrata del PP, que está volviendo a poner en primer plano tanto la cuestión del yihadismo como la línea dura en Euskal Herria con fines que muchos interpretan como electoralistas. Así pues, las contradicciones internas en el PSOE están servidas, y afloraron ayer en sendos mensajes críticos del vasco Eduardo Madina, que perdió la batalla por la Secretaría General ante Sánchez, y del líder del PSC, Miquel Iceta.

Críticas del PSOE, alegría del PP

Así, Madina difundió por Twitter un artículo contra la cadena perpetua publicado ayer en ``El País'' por el catedrático Tomás S. Vives, en el que se apunta que este tipo de reformas van en contra de la dignidad de las personas y de la práctica europea y se lanza al aire la siguiente pregunta: «¿Acaso seguir los dictados irreflexivos de ciudadanos encolerizados resulta electoralmente más rentable que defender los derechos básicos, que constituyen los cimientos de la democracia?»

En cuanto a Iceta, en declaraciones a Antena3 tildó la prisión permanente revisable de «ridícula» frente a yihadistas que están dispuestos a inmolarse. Y añadió: «Yo estoy en contra de la pena de muerte y de la cadena perpetua, si bien creo que hacer un pacto antiterrorista es importante. Yo no soy partidario de que la prisión sea una venganza de la sociedad y que las penas tengan que ser eternas y perpetuas».

El PP no ocultó su satisfacción. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, aseguró que la fórmula elegida (remitiendo al Código Penal) permite que si el PSOE gobierna algún día en La Moncloa pueda soslayar ese punto del pacto. Y la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, dio gran valor al acuerdo porque «somos dos partidos que estamos llamados a sucedernos en el Gobierno».

Desmarque de UPyD

UPyD descarta en principio firmar el pacto porque «no ve nada serio» que «lo cocinen en un despacho» y luego pidan adhesiones. También cuestiona que se centre en «endurecer penas y no en lo que importa, que es la prevención».

Un plan «contra todo tipo de radicalización violenta»

Aunque en los medios el acuerdo ha sido definido como «antiyihadista» y su catalizador es lo ocurrido en París, lo cierto es que su definición resulta abierta y las nuevas excepcionalidades legales que se introducen perfectamente podrían terminar siendo aplicadas en Euskal Herria. Su título es ``Plan Estratégico de Lucha contra la Radicalización Violenta'' y se sitúa como «instrumento eficaz de tratamiento que previene y evita el surgimiento y desarrollo de procesos de radicalización violenta y extrema y su posible salida hacia el terrorismo». Unos párrafos más adelante se confirma que el objetivo es «todo tipo de radicalización violenta, sin perjuicio de que en la actualidad la principal amenaza procede del terrorismo yihadista».

Además de medidas como la prisión permanente revisable, se plantea extremar los controles en internet y en el interior de las cárceles, que es donde se afirma haber constatado un importante grado de proselitismo. Pero también se hará frente a «focos de radicalización en barriadas», para lo que se articulará un sistema que implique a las autoridades locales. R.S.