Cuando se van aproximando las fechas de cumplir con nuestras obligaciones tributarias, ya saben aquello de que Hacienda somos todos. Pagar impuestos a nadie le gusta, pero pagamos nada más ya poner un pie en la calle queramos o no. Las amnistía fiscal que el Gobierno del estado, a la cual se han acogido conocidos “personajes” de una lista de más de setecientas personas, según reconoce la propia agencia tributaria, entre las cuales estaría, por poner un “ejemplo”, el quel fuera gerente del FMI o vicepresidente de los gobiernos de Aznar, presidente de Bankia, el todopoderoso Rodrigo Rato, que nos daba “lecciones” a todos, “pobres mortales”, no sea que nos pillaran en algo inadecuado. Mientras el y sus compinches ponían su dinero convenientemente en más de algún “paraíso fiscal”. Se suele poner como modelo de “ejemplaridad” tributaria a los países nórdicos donde, si bien la “presión “ tributaria es muy elevada, los beneficios que luego se traducen en inmejorables servicios sociales, como la sanidad, la educación, ayudas a la juventud, ayudas sociales, a las familias en general, algo de lo que deberían tomar nota los que tienen responsabilidades de gobierno. Hacienda no somos todos, hacienda somos muchos que tenemos muy poco, y no los pocos que lo tienen todo.