La brecha entre personas con grandes fortunas y quienes tienen menos recursos a nivel mundial ha aumentado en 2015 hasta el punto de que las 62 mayores fortunas del mundo acumulan el mismo dinero que 3.600 millones de personas, según un informe elaborado por la ONG Oxfam y que cifra en 7,6 billones el capital oculto en paraísos fiscales.

El informe recoge las crecientes diferencias entre una minoría privilegiada y la mayoría de la población del planeta. La desigualdad extrema ha alcanzado cotas «insoportables», advierte la organización, que llama a actuar sobre estas diferencias «para combatir con éxito la pobreza».

Así, mientras el 50% de la nueva riqueza generada desde comienzos de siglo ha ido a parar a los bolsillos del 1% privilegiado, la mitad más pobre del mundo apenas ha mejorado. Sólo les ha llegado el 1% del incremento total y, desde 2010, han perdido más de un billón de dólares.

En su documento, Oxfam advierte de que la desigualdad económica debilita el crecimiento y la cohesión social en términos generales, pero recuerda que son los más pobres quienes sufren sus consecuencias.

Para la ONG, «es innegable que los grandes beneficiados de la economía mundial son quienes más tienen», toda vez que considera que el sistema está «distorsionado» y les favorece. Una estimación reciente calcula en 7,6 billones el dinero oculto en paraísos fiscales, una suma superior al PIB conjunto de Reino Unido y Alemania y que tiene «efectos dañinos para la humanidad».

Casi una tercera parte de la fortuna de los africanos más ricos, alrededor de 500.000 millones de dólares, se encuentran en paraísos fiscales. Asimismo, de las 200 empresas analizadas, entre las que se encuentran las más poderosas del planeta, nueve de cada diez tienen presencia en países considerados paraísos fiscales.