Ainhoa Güemes eta Zaloa Basabe Blog
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Reíd malditos

 

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Ainhoa Güemes

 

A pesar de esta lúgubre realidad, del desasosiego que produce la situación global y local, del malestar colectivo, no puedo negar que en esta etapa de mi vida me estoy riendo más que nunca, y lo hago hasta de mi obtusa seriedad. Encuentro en esta tierra inhóspita, en este desierto, preciosos oasis y motivos de peso que me animan a sobrevivir alegremente. ¿Será que efectivamente una gran crisis puede alterar, hacer girar radicalmente la cartesiana proyección de nuestra plomiza sombra fantasmal? ¿Será esta la manera de romper las cadenas que nos atan, y de hacerlo de una vez por todas? Así sea. Se lo comentaba el otro día a mi querida Zaloa, mientras tomábamos un trago en la Herriko de Iruñea: “Me río hasta de mi sombra, por fin me estoy haciendo mayor, he aprendido a reírme de mí misma”. Las dos nos reíamos a mandíbula batiente, dulce venganza,  no en vano nos falta más de una muela como consecuencia de crisis y tensiones existenciales recién pasadas. Reíamos sin complejos mientras hacíamos un balance informal del encuentro sobre los nuevos retos del socialismo en el siglo XXI, organizado por las y los compañeros del Departamento de Filosofía de la UEU.

Estábamos charlando relajadamente sobre las exquisitas y tragicómicas obsesiones de cada una/o de las/los participantes del foro (yo tengo que reconocer que soy obsesiva compulsiva y que en los peores momentos he padecido una insoportable angustia con características psicóticas). Obsesiones tragicómicas que deambulan alrededor de los significantes flotantes, del fútbol y la partidofobia, del caos de Hesiodo y el vacío de Oteiza. En la gela de la Ikastola Jaso de Barañain, a 35 grados a la sombra, a punto de finalizar la sesión, se dieron algunas explosiones de intelectualidad que si no alcanzaron la trascendentalidad deseada, hay que admitir que fueron muy divertidas. Hubo en el ambiente mucho Zizek - Replanteamientos paradigmáticos desde la izquierda - Super Bielsa - Dosis de pragmatismo - EAJ - Construcciones Balzola - Vocento - Oda a las élites (tan nuestras que no son tan dañinas como las demás) - Caras de puerro y muestras de enfado - Críticas audaces (políticas y metodológicas) - Guiños metafísicos - Falocentrismos (masculinos y femeninos) felizmente descategorizados y desviados,…

Es tal el desconcierto que vivimos, que da la sensación de que esta lucha histórica a favor de la independencia y el socialismo va a terminar en un engendro de socialdemocracia. Como nos descuidemos, los poderes fácticos (disfrazados de tiernos brotes verdes y lindas amapolas) van a prohibir hasta la exposición de macetas con flores en los balcones de Euskal Herria. ¡Qué pesadilla! Incluso alguien me propuso con descaro arrimarme a las faldas de la orden franciscana (estuve a punto de preguntarle por la dote). No voy a negarlo, no le hago ascos al sexo cuando es por placer, adoro los juegos de roles, la práctica S/M (dame niña, dame suave que me gusta), no voy a ocultar que fui dispuesta a revolcarme con mis hermanos y amantes varones, pero de conceder(me) un polvo-porno-filosófico a entregar mi cuerpo al amor universal crístico hay un precipicio de más de mil metros de altura y una profundidad ético-estética todopoderosa. Encuentros en la cuarta dimensión: imaginaros el próspero matrimonio y la descendencia orgiástica entre un cura de Arantzazu y una bollera feminista bilbaína barriobajera (de madre, abuela y bisabuela andaluzas, pobres, solteras con una prole de hijos de diferentes padres, rojas, de esas que no van a misa los domingos, o sea, indeseables moras de la tan maldecida morería). Imperfecta y noble genealogía, orgiástica descendencia, la gran corrida matrifocal, sagrado akelarre entre robles, hayas, ummmm, cerezos salvajes y (ti)nieblas (Sarri, Sarri, biba tú,…)

Porque, ¿quiénes somos?, ¿qué somos?, ¿en qué queremos convertirnos?, ¿a qué especie de metamorfosis viciosas y obsesivas deseamos sacrificar nuestros tribales cuerpos? Yo, de ser algo prefiero ser una zorra cyborg antes que una diosa. Estoy dispuesta a contaminar mi pedigrí lesbiano, a modificar mis fenotipos, a compartir lecho con los ‘artapalos’ y las ‘tigresas’ del país. Ya que además de ser los monstruos innombrables más cercanos y parecidos a una amazona amazing del norte de África (fiel adoradora de las exuberantes damas minoicas) tienen el detalle de leer los artículos que escribimos y comentarlos en el patio de la cárcel. Sin duda, es mejor seguir tirándose los tiestos a la cabeza, y hacerlo sin culpas ni arrepentimientos, establecer alianzas monstruosas, aunar fuerzas activas y afirmativas, con el fin de arremeter duramente contra las élites divinizadas e intocables, contra las castas sacerdotales (también la nuestra, la de andar por casa), antes que casarse y comulgar con ellas.

Amar y luchar por amor a la vida, contra la jerarquía celestial (contra el reino y la gloria del poder burgués y pastoral), resistir contra la voluntad nihilista (capitalista y heteropatriarcal), arriesgarse por la supervivencia del planeta. Avanzar en alegre marcha combativa, sin dejar nunca de reír: reíd malditos,… ya lo dijo Otegi: reíd, hijas e hijos de Telesforo y Pasionaria (sin olvidar que a Dolores Ibarruri intentaron obligarle a elegir entre la militancia en su partido o la relación amorosa con su jovenzuelo amante),… ay, qué razón tiene mi querida Basabe, mejor recrear(se) con abyectos linajes que reproducir hasta el aburrimiento “estúpidos matrimonios”.

 

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