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Fuerzas turcas matan a un bebé kurdo y a su abuelo

Un bebé de tres meses y su abuelo de 73 años murieron ayer en una operación militar turca contra el PKK en el distrito Cizre, provincia de Sirnak (Kurdistán Norte para los kurdos), de mayoría kurda. Cizre se encuentra bajo toque de queda desde el 14 de diciembre. Los kurdos acusan a las fuerzas de seguridad del incidente.

La niña, Miray, recibió un disparo en la cabeza cuando iba en brazos de su tía en la noche del viernes. Ambas bajaban por unas escaleras abiertas de un edificio tras visitar a unos familiares del mismo bloque. «Creíamos que había muerto, pero se puso a llorar», ha relatado su tío.

El disparo procedía de un vehículo blindado de las fuerzas turcas, asegura el diputado del Paritdo Democrático de los Pueblos (HDP, prokurdo) Faysal Sariyildiz. Sin embargo, la agencia de noticias oficial, Anatolia, sostiene citando fuentes de las fuerzas de seguridad que los disparos fueron efectuados por milicianos del PKK.

La zona se encuentra bajo toque de queda y hay zanjas y barricadas, por lo que la ambulancia no pudo acceder más que hasta el comienzo de la calle donde estaba la casa.