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Protestas masivas en Moldavia, que se atasca en su crisis política

Indignación contra la corrupción de las élites, rechazo a las maniobras de la oligarquía y, de fondo, el enfrentamiento geopolítico entre Rusia y la Unión Europea componen el caldo en el que se desarrolla la compleja crisis política en Moldavia.

Ayer, decenas de miles de manifestantes opositores marcharon ayer por el centro de Chisinau hasta la sede de la radiotelevisión nacional para denunciar la censura y exigir que sus demandas se den a conocer a toda la población, además de reclamar elecciones anticipadas, dos días después del nombramiento del tercer gobierno en menos de un año.

«Hemos venido aquí para expresar nuestra protesta a la cadena que desinforma a la gente. Nos presentan como organizadores de una revuelta y la desestabilización, cuando son las autoridades las que han puesto en marcha un golpe de Estado», afirmó Andréi Nastase, líder de la plataforma cívica Justicia y Dignidad (DA).

Elecciones anticipadas

Esa formación de centroderecha pro-Unión Europea se ha unido con la izquierda prorrusa moldava para denunciar como ilegal la investidura hace dos días del Gobierno de Pavel Filip, respaldado por Estados Unidos y la Unión Europea.

Los opositores, que en los últimos tres días han reunido multitudinarias manifestaciones en Chisinau, exigen la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones anticipadas.

Pero son solo el último episodio de una crisis política desde el anuncio a comienzos de abril de la desaparición del sistema bancario de casi 915 millones de euros, el 15 % del PIB de esta nación de 3,5 millones de habitantes.