Una niña palestina de 13 años fue abatida ayer a tiros por un guardia de seguridad de una colonia situada al norte de Jerusalén, al que, según informó la Policía israelí, trató de apuñalar.

La menor, identificada como Ruqayya Eid Abu Eid, mantuvo, según su padre, una fuerte discusión familiar antes de abandonar su domicilio en la localidad cisjordana de Anata, arma- da con un cuchillo, en dirección la colonia de Anato. El padre de la niña la estuvo buscando y fue detenido al llegar al lugar poco después de los hechos, informó la agencia palestina Maan.

Al menos 161 palestinos y 20 israelíes han muerto desde la ola de violencia que comenzó el pasado 1 de octubre.

Por otro lado, Amnistía Internacional denunció las presiones y maltratos a los que está siendo sometido el preso palestino Muhammed al-Qiq, en huelga de hambre desde el 25 de noviembre contra su «detención administrativa» indefinida.

Al-Qiq, de 33 años, sospecha que su detención se debe a su trabajo como periodista y denunció haber sido interrogado y torturado durante dos semanas por el Shin Bet, los servicios secretos israelíes para Israel y los territorios palestinos ocupados.