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jerusalén

Seis palestinos y un jordano abatidos por disparos soldados israelíes en cinco días

Un palestino murió ayer tiroteado por fuerzas de seguridad israelíes tras intentar, según el Ejército sionista, cometer un ataque con arma blanca en un puesto de control militar en Hebrón, en la Cisjordania ocupada. Hechos similares se han multiplicado en los últimos días coincidiendo con el primer aniversario de la ola de violencia que hasta ahora ha costado la vida a al menos 233 palestinos –seis palestinos y un jordano solo desde el viernes–, 36 israelíes y tres extranjeros.

Según el Ejército, «un asaltante armado con un cuchillo trató de apuñalar a un soldado israelí en un puesto de control en la entrada de Bani Naim. En respuesta a la amenaza inmediata, las fuerzas de Israel respondieron y abrieron fuego, matando al atacante».

Tras varias semanas de calma que apuntaban a una posible relajación en la situación de seguridad, desde el viernes se han registrado al menos siete palestinos muertos durante nueve ataques o intentos de ataque a militares o civiles, según organismos de seguridad israelíes. Seis de los ataques fueron cometidos en Hebrón, un polvorín donde la tensión es normalmente más elevada, debido a la presencia en el corazón histórico de la ciudad de 500 colonos israelíes que viven bajo protección militar en medio de 200.000 palestinos.

El autor del ataque fue identificado por el Ministerio palestino de Salud como Issa Tarayra, un adolescente de 16 años de edad natural de Bani Naim, la vecina ciudad de Hebrón en el sur de Cisjordania, territorio ocupado por Israel desde hace casi 50 años.

Mohanad al-Rajabi, de 21 años, y Amir al-Rajabi, de 17, fueron abatidos a tiros el lunes cuando trataban, según la Policía israelí, de apuñalar a un agente en Hebrón. Por la mañana, un palestino de 20 años, identificado en las redes sociales como Ayman Hassan al-Kurd, resultó gravemente herido al atacar a un policía.

Los organismos de seguridad israelíes temen que estas agresiones sean el preámbulo de un nuevo recrudecimiento de los ataques en vísperas del período de festividades judías, como ocurrió en 2015 cuando la espiral de violencia comenzó en Jerusalén Este y se extendió por Cisjordania. Solo en Jerusalén hay en la actualidad 3.500 efectivos desplegados en estaciones de tren, centros comerciales o los múltiples eventos. El Ejército israelí desplegó el sábado un batallón adicional en el distrito ocupado de Hebrón.