Al menos 17 civiles murieron en la provincia de Taíz, en el suroeste de Yemen, en un nuevo bombardeo de la coalición liderada por Arabia Saudí. Las víctimas se encontraban en dos casas que quedaron destrozadas. Las viviendas bombardeadas estaba en el distrito de Al Salw, en una zona en disputa entre las fuerzas gubernamentales y las milicias hutíes y sus aliados. Taíz, controlada por las fuerzas gubernamentales, lleva dos años sitiada por los hutíes.

Por otro lado, el presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, apoyado por Arabia Saudí, mostró ayer su rechazo total al nuevo plan propuesto por la ONU y que plantea que Hadi entregue el poder a un vicepresidente designado por consenso con los rebeldes.

El presidente aseguró que se negó a recibir la propuesta de manos del enviado de la ONU, Ismail Uld Sheij Ahmed, que se reunió con Hadi en Riad. «Las ideas que se presentan hoy bajo el nombre de hoja de ruta, no ofrecen otra cosa que las semillas de la guerra», aseguró Hadi.