El Gobierno tripartito de coalición en Estonia cayó anoche, después de que los socialdemócratas y los conservadores pidieran la dimisión del primer ministro, Taavi Roivas.

La caída del Gobierno no debería, sin embargo, dar lugar a cambios significativos en la política exterior del país báltico, miembro de la OTAN, de la Unión Europea (UE) y de la zona del euro, según el analista político Ahto Lobjakas

«Para los socialdemócratas del SDE y para los conservadores del IRL, la cooperación con el Partido de la Reforma (de Roivas) en este Gobierno ha terminado», aseguró a AFP Heidi Ojamaa, portavoz socialdemócrata.

En el poder desde abril de 2015, la coalición contaba con 59 escaños de un total de 101 en el Parlamento de Estonia.

Tras advertir de que «Estonia se dirige hacia una coalición de izquierda» y de que «es peligroso», el vicepresidente del Partido de la Reforma y ministro de Interior, Hanno Pevkur, señaló a la televisión pública de Estonia que la dirección de su formación se reunirá hoy para discutir la renuncia de Roivas, de 37 años.

«Tanto el SDE como el IRL pondrán oficialmente en marcha desde esta noche –por ayer– nuevas conversaciones de coalición con el Partido de Centro», formación prorrusa actualmente en la oposición, dijo Ahto Lobjakas.

Con 27 escaños en el parlamento, el Partido del Centro es el segundo más grande de Estonia y muy popular entre la minoría rusa en este país de 1,3 millones de habitantes.

El Partido del Centro eligió este fin de semana a su nuevo presidente, Jüri Ratas, de 38 años, quien, según los analistas, podría convertirse en el nuevo primer ministro.