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BERLÍN

La Unión Europea premia a Gazprom mientras mantiene las sanciones a Rusia

La necesidad de asegurarse el suministro energético crea alianzas internacionales estratégicas que llegan a provocar paradojas como esta: la UE “castiga” a Rusia, con sanciones económicas dirigidas contra ciertos sectores y personalidades de ese país, por su posición en el conflicto que se vive en Ucrania y, al mismo tiempo, “premia” al gigante gasístico Gazprom, al consolidar un proyecto que puede servir para eludir el corredor ucraniano hacia Europa Central.

La Unión Europea incluyó este miércoles a seis diputados de Crimea en la Duma Estatal de Rusia en la lista de personas sujetas a sanciones «por actos que socavan la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania». Los sancionados fueron elegidos en las elecciones del 18 de setiembre como parlamentarios por la República Autónoma de Crimea y por la ciudad de Sebastopol, territorios que Bruselas considera que Moscú se anexionó «ilegalmente», por lo que «no reconoce la celebración de elecciones en la península», según indicó en un comunicado oficial el Consejo Europeo.

Las sanciones consisten en «la inmovilización de activos y la prohibición de viajar», que se aplicarán ahora a un total de 152 personas y 37 entidades, según las medidas adoptadas en marzo de 2014 y prorrogadas por última vez en setiembre pasado con fecha de vencimiento para el 15 de marzo de 2017.

Aunque estas «medidas restrictivas» no tienen carácter general, algunos sectores productivos de la UE se están viendo afectados notablemente. Por ejemplo, el Consejo Europeo destaca que «restringen el acceso de Rusia a determinadas tecnologías y servicios sensibles que pueden utilizarse para la producción y la exploración petrolíferas».

Lazos germano-rusos

Pero de la teoría a la práctica hay un trecho muy largo cuando por medio se cruzan intereses estratégicos para ambas partes. Solo así puede entenderse que la última actualización de las sanciones a Rusia se haya formalizado apenas unos días después de que la Comisión Europea (CE) aprobara, el 28 de octubre, «mejorar la competencia en el acceso» al gasoducto OPAL, incluida la de Gazprom, que podría llegar a copar hasta el 80% de la capacidad total, el doble de lo que controla ahora, eso sí, «siempre que no haya competidores», según explicaron fuentes comunitarias.

Desde su lanzamiento en 2011, el gasoducto que atraviesa el este de Alemania ha estado totalmente exento de aplicar las normas europeas que obligan a dar acceso a esta infraestructura a otros competidores y las que regulan las tarifas. Y aunque las dos compañías con posición dominante en el mercado checo –Gazprom, que es una empresa estatal rusa, y el consorcio alemán RWE– tenían limitado su acceso al 50% del volumen, podían alcanzar el cien por cien si accedían a un programa para liberar tres mil millones de metros cúbicos de gas.

«Solo el uso del 50% de la capacidad de OPAL estará exenta de acceso a terceros y el funcionamiento del otro 50% de la capacidad del gasoducto estará cubierto por estrictas normas del mercado de la Unión Europea», se justifica ahora la CE.

La paradoja es que la ramificación alemana del conducto ruso Nord Stream, que discurre por el fondo del mar Báltico, permitirá a Rusia enviar más gas a Europa Central evitando utilizar los gasoductos que atraviesan Ucrania –denominados Brotherhood y Soyuz–. Tradicionalmente, antes de que estallara el actual conficto territorial, Kiev ha utilizado su posición estratégica en el tránsito del gas ruso para intentar influir sobre las decisiones de Moscú, amagando con cerrar la llave de paso hacia Occidente –postura que no podía ser aplaudida por la UE– o retrasando los pagos a Rusia del gas consumido dentro de las fronteras ucranianas.

Con el nuevo marco regulador, a partir de ahora Gazprom podrá servirse de OPAL a plena capacidad. La parte en la que interviene la UE –a través de una decisión legalmente vinculante para el regulador de energía alemán– afecta a 25.600 millones de metros cúbicos de gas que terminarán en Alemania y en la República Checa, sin atravesar las llanuras ucranianas.

Importante acuerdo de la francesa Total en Irán

Otro de los cambios estratégicos en materia energética que se está notando en los últimos meses en la Unión Europea es el regreso de Irán al mercado internacional tras el levantamiento de las sanciones por el desarrollo de su plan nuclear. De ello se están beneficiando las multinacionales con sede en el Viejo Continente, como la francesa Total, que este martes firmó un preacuerdo con el Gobierno iraní para la explotación de un importante campo gasístico ubicado en el Golfo Pérsico y compartido con Qatar.

Ese precontrato contempla el desarrollo de la fase 11 de Pars Sud por un montante de 6.000 millones de dólares, según precisó a AFP un portavoz del Ministerio iraní del Petróleo. Total liderará un consorcio internacional en el que también participan la sociedad china CNPCI y la iraní Petropars. Este es el primer acuerdo de este tipo firmado entre Irán y una compañía occidental del sector petrolero desde la entrada en vigor del pacto nuclear y el levantamiento de una parte de las sanciones internacionales en enero pasado.

Por otro lado, Cores, organismo español de estadística del sector de hidrocarburos, destacó este jueves que en el pasado mes de setiembre las importaciones procedentes de Irán superaron ya a las de Arabia Saudí. Las importaciones de crudo desde el país persa se reanudaron en marzo, después de que se levantara el bloqueo internacional existente desde junio de 2012. No obstante, México se mantuvo como el principal suministrador del Estado español en ese mes, seguido de Irak y Rusia.GARA