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Moscú-Kiev

Kiev y Moscú se acusan mutuamente de la violencia en el este de Ucrania

El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, exhortó ayer a presionar a Rusia en el quinto día de combates entre soldados ucranianos y rebeldes prorrusos en el este de Ucrania, mientras Vladimir Putin acusó a Kiev de haber planeado la reanudación de las hostilidades. Los enfrentamientos de Avdiivka son los más violentos desde la tregua firmada en diciembre.

«Los soldados rusos disparan contra Avdiivka», denunció Poroshenko. «El mundo debe ser más activo en la presión sobre Rusia para obtener un alto el fuego», agregó.

Vladimir Putin respondió desde Budapest, acusando al Ejército ucraniano de haber reanudado los combates y de «haber avanzado 200 metros en el territorio controlado por las milicias», antes de ser frenado. «Mediante este conflicto», Kiev busca «establecer relaciones» con la Administración Trump, declaró.

Los combates seguían ayer, con disparos de cohetes y obuses de mortero, en los que murió un civil. Se informó de la muerte de un combatiente prorruso en los suburbios de Avdiivka y de dos soldados ucranianos.

El Ministerio ruso de Defensa, por parte, convocó al agregado militar ucraniano para entregarle una nota de protesta por el incidente con un avión ucraniano en el mar Negro.

Moscú denunció el acercamiento peligroso de un avión de transporte militar ucraniano, que «amenazó a la seguridad del personal y equipamiento» de las torres de perforación de la plataforma de gas Odeska. Añadió que uno de los guardias hizo cuatro disparos de advertencia con una pistola de bengalas para prevenir el choque con el mástil de la torre, lo que denunció Kiev.