Al menos 19 adolescentes de entre 14 y 17 años de edad murieron ayer en el incendio de un centro de menores en Guatemala, en el que habían denunciado ser víctimas de abusos. De ellas, 17 murieron calcinadas, según la secretaria general de la Fiscalía, Mayra Veliz.

El fuego se declaró en el ala reservada a las chicas del centro Seguro Virgen de la Asunción, situado en San José Pinula, a unos veinte kilómetros de la capital del país.

El incendio provocó además 25 heridas que fueron trasladadas a hospitales de la capital guatemalteca con quemaduras de diversos grados.

Según algunos familiares, las menores del centro habían protestado el martes por la noche para denunciar la mala alimentación y los abusos físicos de los que denunciaron haber sido víctimas en la institución

Ayer por la mañana retomaron la protesta antes de que comenzara el incendio, y habrían elegido la fecha Día Internacional de la Mujer para denunciar los abusos sexuales y físicos que sufren en el hogar.

Un centenar de personas se concentraron en las inmediaciones para pedir a las autoridades las identidades de las fallecidas y los heridos.

El padre de Pablo, un niño de 14 años, relató a Efe que su hijo está en el centro pero desconocía su estado. Sin embargo, no dudó en denunciar que, al igual que muchos otros, es víctima de abusos. «Eso es trata de personas. Es una porquería. Tiene golpes cuando lo vengo a ver y si le pregunto quién se los hizo se molesta», aseguraba este hombre, que prefiere no dar a conocer su nombre, acompañado de otro de sus hijos.

Un grupo de mujeres reiteró los testimonios de los pequeños sobre que son «golpeados y violados». «No son criminales, ni animales. Son niños, son personas, son adolescentes», gritó una de ellas.

El centro ha estado envuelto en polémica desde el año pasado. Al menos 47 jóvenes se fugaron, lo que llevó a la Secretaría de la Presidencia encargada de la guardia y custodia a destituir en su momento al director.

El centro acoge, por decisión judicial, a menores víctimas de violencia doméstica o que viven en las calles.