Cuatro aviones caza israelíes «entraron en el espacio aéreo a las 2.40 (00.40 GMT) por territorio libanés y alcanzaron un blanco militar cerca de Palmira, Nuestra defensa aérea derribó un aparato, alcanzó otro y obligó a los demás a huir», indicó el Ejército sirio al relatar la intervención israelí en su territorio. Por su parte, Israel desmintió que uno de sus aviones fuera derribado.

Uno de los misiles disparados en represalia por el ataque fue interceptado por el sistema israelí de defensa antiaérea. Según medios de comunicación israelíes, el misil fue interceptado al norte de Jerusalén por el sistema de defensa antimisiles Arrow cuando intentaba alcanzar uno de los aviones de combate que participaron en la operación.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que el ataque aéreo se dirigió contra armas «sofisticadas» destinadas a Hizbulah, y aseguró que este tipo de operaciones van a continuar. «Cuando identifiquemos intentos de transferir armas sofisticadas a Hizbulah y tengamos informaciones de servicios de Inteligencia sobre ello, actuaremos para prevenirlas», afirmó.

Precisamente, Netanyahu se había referido a Hizbulah, su presencia en Siria y las «armas sofisticadas» en la conversación que tuvo el miércoles con el presidente ruso, Vladimir Putin.

Este incidente entre Israel y su vecino sirio es el más grave desde el inicio de el conflicto sirio, en 2011. Israel está oficialmente en estado de guerra desde hace décadas con Siria y ya ha bombardeado varias veces el territorio sirio durante la guerra en el país árabe. A diferencia de ocasiones anteriores esta vez sí asumió los ataques. En abril de 2016, Benjamin Netanyahu admitió que Israel había atacado decenas de convoyes de armas en Siria destinadas al Hizbulah.

Asimismo, Israel ha atacado regularmente posiciones sirias en los Altos del Golán –territorio sirio ocupado y anexionado por Israel desde 1967– en respuesta a supuestos disparos perdidos generados por el conflicto en el otro lado de la línea de demarcación.

Según expertos israelíes, la respuesta siria ha sido en esta ocasión más contundente que en anteriores operaciones y la atribuyeron a la sensación del régimen de una mayor fortaleza tras las victorias frente a la insurgencia, obtenidas con el apoyo ruso.

Al menos 46 muertos en el ataque de EEUU contra una mezquita

EEUU reconoció haber efectuado un ataque en el norte de Siria contra Al Qaeda, pero negó que el objetivo fuese la mezquita en la que murieron 46 personas y un centenar resultaron heridas. La mayoría de las víctimas de la incursión del jueves por la noche en el pueblo de Al-Jineh, en la provincia de Alepo, son civiles, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. «Nuestro objetivo no era una mezquita, sino un edificio donde había una reunión (de Al Qaeda), situado a unos 15 metros de la mezquita, que continúa en pie», se justificó el coronel John J. Thomas, portavoz del mando central de las fuerzas de EEUU en Oriente Medio. El portavoz del Pentágono, Jeff Davis, mostró una foto aérea para insistir en que «la mezquita sigue en pie, relativamente intacta» y añadió que no había «informaciones creíbles» sobre víctimas civiles. Sin embargo, eludió responder sobre la posibilidad de que la construcción atacada fuera un anexo de la mezquita. En imágenes de AFP se veían socorristas excavando entre escombros, parte del edificio religioso completamente destruido y coches carbonizados. «Oímos explosiones cuando se atacó a la mezquita. Fue después de la oración, en un momento en el que, en general, hay cursos de religión para los hombres. Cuando llegué, vi 15 cadáveres, y muchos trozos de cuerpos entre las ruinas. Algunos ni siquiera eran reconocibles», contó Abu Mohamed, un habitante.GARA