Soledad GALIANA
dublín

Adams: «McGuinness fue un luchador por la libertad, no un terrorista»

Las banderas irlandesas ondearon ayer a media asta en homenaje a Martin McGuinness, excomandante del IRA y negociador que consolidó el proceso de paz, que fue enterrado en su Derry natal arropado por miles de personas que quisieron homenajear al líder republicano.

«Si buscáis el monumento, el legado de Martin McGuinness, mirad a vuestro alrededor, a las personas que se han reunido en esta iglesia. Hoy hay gente en esta iglesia cuya presencia hubiera sido impensable hace una generación», señaló el sacerdote Michael Canny durante el funeral del líder republicano en la ciudad de Derry, que reunió a miles de personas, entre ellos el expresidente de EEUU Bill Clinton; el exprimer ministro irlandés Bertie Ahern; el presidente de Irlanda, Martin D. Higgins; el actual premier irlandés, Enda Kenny, y representantes políticos del norte y sur de la isla, incluyendo al DUP y el UUP. La presencia de la unionista Arlene Foster en la iglesia de Santa Columba fue recibida con aplausos por los congregados. Entre los presentes también se encontraba su predecesor en el cargo de primer ministro norirlandés, Peter Robinson. Les acompañaban algunos representantes del partido en la Asamblea de Belfast, además del líder en funciones del UUP, Mike Nesbitt.

Entre oraciones, tomaron la palabra el ministro metodista Harold Good, que contribuyó junto al sacerdote redentorista Alec Reid, al monitoreo del decomiso del IRA, y el presbiteriano David Latimer. La última intervención en el funeral fue para Clinton, que recordó con satisfacción sus reuniones con McGuinness y apuntó a su larga colaboración y amistad con el presidente de Sinn Féin, Gerry Adams, «con quien ha estado casado casi tanto tiempo como con Bernie», bromeó. Para Clinton, McGuinness «se ha ganado el derecho de pedirnos, si queréis continuar su legado, que acabemos el trabajo que inició».

Fue Gerry Adams el encargado de cerrar la despedida de McGuinness en el cementerio de Derry. Rodeado por miles de personas, y flanqueado por la nueva líder del partido en el norte de Irlanda, Michelle O’Neill, y por la vicepresidenta de Sinn Féin, Mary Lou McDonald, Adams recordó la figura de McGuinness, el hombre de familia, el aficionado al fútbol, pero también el comandante del IRA y el defensor del proceso de paz. «No había un Martin malo o bueno», apuntó. «Simplemente había un hombre que, como todo hombre o mujer decente, intentó hacerlo lo mejor posible. No fue un terrorista, sino un luchador por la libertad», subrayó.