La factoría de Volkswagen ubicada en el polígono de Landaben logró un beneficio después de impuestos de 74,5 millones de euros en 2016, un 22,5% más que en el año anterior, según las cuentas dadas a conocer ayer por la compañía. La dirección de la empresa en Nafarroa atribuye la mejora de los resultados a la reducción de amortizaciones y la implementación de medidas de contención de costes.

Ese dato positivo contrasta con el de las ventas totales, que ascendieron a 2.911,5 millones de euros, lo que supone un 2,2% menos que en 2015. El 95% de estos ingresos proviene de la venta de coches y el 5 % restante corresponde a la venta de componentes y recambios.

El resultado de explotación alcanzó los 103,9 millones, mientras que el cash flow bruto generó 124,3 millones.

VW Navarra realizó durante el pasado ejercicio inversiones por valor de 165,81 millones, cuyo principal destino fue la preparación de la fábrica para el lanzamiento este año del nuevo Polo.

El Volkswagen Polo fue, un año más, el modelo más producido y exportado del Estado español, con 296.800 unidades fabricadas. Además, fue el tercer modelo más vendido en el mercado europeo y se situó en el top ten de matriculaciones en el mercado estatal, con 25.424 unidades y un incremento del 1,2% respecto a 2015.

En el año en el que la multinacional alemana anunció la fabricación de un segundo modelo en sus instalaciones de Iruñea a partir de 2018, el 91,5% de la producción del Polo fue destinada a la exportación. Precisamente, Alemania fue el primer destino, con un 19,5% de la producción, seguido de Italia, con un 13,6%, y el Estado francés, con un 13,3%; a continuación, en cuarto lugar, se situó Turquía, con un 9,2%.

El 77% de los Polo fabricados en Landaben durante el año pasado estaban equipados con motores de gasolina y el 21% de la producción correspondió a versiones equipadas con el cambio automático secuencial DSG.