Ion SALGADO
BATALLA DE LOS INTXORTAS

ELGETA RECUERDA A LAS VÍCTIMAS Y CLAMA CONTRA LA IMPUNIDAD

ELGETA REMEMORÓ AYER LA BATALLA DE LOS INTXORTAS Y RECORDÓ A LOS VECINOS Y VECINAS QUE MURIERON A MANOS DE LOS FASCISTAS EN LA GUERRA DE 1936. EL PUEBLO RINDIÓ UN SENTIDO HOMENAJE A LOS REPRESALIADOS Y RECLAMÓ JUSTICIA PARA ELLOS. EXIGIÓ, UNA VEZ MÁS, QUE SE PONGA FIN A LA IMPUNIDAD DE LOS CRIMINALES FRANQUISTAS.

Canuto Ugalde, concejal republicano en el Ayuntamiento de Elgeta, ejecutado por los fascistas el 25 de abril de 1937. Dimas Aranzeta e Hilario Aranzeta, de 38 y 44 años, también murieron ese día. Al igual que Pedro Telleria y Francisca Lamarain, que fallecieron a manos de los hombres que violaron a su hija, Antxoni Telleria.

Estos son solo algunos de los elgetarras que perdieron la vida en la guerra de 1936. En total, murieron 32 vecinos y vecinas, algunos en el frente, otros en los bombardeos y muchos en el pueblo, víctimas del terror que se impuso tras la entrada de los golpistas. «Las autoridades franquistas les dieron carta blanca durante dos días para hacer lo que quisieran. Y fueron muchos los robos, las violaciones y los asesinatos», recordó ayer el alcalde de Elgeta, Iraitz Lazkano, que participó en un acto en recuerdo de los represaliados.

El primer edil soberanista recordó que nadie pagó por esos crímenes, nadie los investigó durante los años que duró la contienda. Tampoco se esclarecieron en la dictadura posterior, ni en el régimen surgido de la denominada transición. El Estado español ha impedido que las denuncias de las víctimas prosperen en los tribunales, y ha hecho caso omiso a los requerimientos internacionales, dando a los responsables de la represión franquista una impunidad que debe terminar. «Ha llegado la hora de la justicia», destacó el regidor, que puso en valor las querellas presentadas por algunos ayuntamientos, como Iruñea y Gasteiz.

En la misma línea se pronunció Julia Monge, integrante de Intxorta 1937 Kultur Elkartea, que intervino en representación de la plataforma vasca en apoyo a la querella contra el franquismo. Defendió los principios de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición, y recordó la figura del abogado Carlos Slepoy, impulsor de la querella argentina para la investigación de los crímenes cometidos por los franquistas, que falleció el pasado lunes en Madrid.

«Slepoy dejó un profundo vacío y a la vez un inmenso legado. Su conocimiento de la legislación internacional en materia de derechos humanos y sobre genocidio y crímenes de lesa humanidad hicieron de él un referente. Y nuestra manera de recordarle será seguir luchando por la sociedad con la que él soñaba, una sociedad libre y democrática», destacó antes de invitar a las instituciones vascas a trabajar junto a las asociaciones memorialistas para lograr que el Estado español aplique la legislación internacional.

Asimismo, pidió la ayuda de la ciudadanía, para poder localizar los cuerpos de quienes fallecieron en la batalla de los Intxortas, ya que se desconoce el paradero de un centenar de cadáveres. «Os pedimos que nos hagáis llegar cualquier información que tengáis, y extendemos está petición a los representantes municipales, porque calculamos que aquí combatieron personas procedentes de 51 municipios vascos», subrayó Monge.

La batalla

En este sentido, conviene recordar que en las inmediaciones de Elgeta lucharon 1.400 milicianos y gudaris. Cerca de Zabaletamendi se desplegaron jóvenes socialistas de UHP procedentes de Bergara y Oñati. En primera línea también se colocaron los miembros del batallón jeltzale Martiartu, la mayoría de ellos vizcainos a las ordenes del comandante Pablo Beldarrain. Y un poco más arriba se encontraba el batallón Dragones, formado por socialistas procedentes de Arrasate. Sin olvidar a los batallones de ANV, de la CNT, de la UGT y del PCE.

Pese a no contar con muchos medios –en un artículo el historiador Iñaki Egaña indica que el armamento de gudaris y milicianos era «escaso»– frenaron el avance de las tropas franquistas durante siete meses. Lucharon con lo que tenían contra la IV Brigada Navarra, en la que estaban integrados los tercios de requetés, contra los regimientos América y Arapiles, y contra las tropas marroquíes del V Tabor de Tetuán. Estas contaban con el apoyo de la brigada mixta italiana Flechas Negras y la escuadrilla de bombarderos y cazas alemanes de la Legión Cóndor.

Como es natural, estos últimos no se vieron ayer en la recreación popular de la batalla, en la que participaron un centenar de personas. La representación comenzó a las 10.15, en el centro de Elgeta, donde el personal sanitario atendió a los heridos, y unos ertzainas identificaron a un desertor del requete. Después, a las 11.00 partieron los gudaris y los milicianos hacia el frente, situado a dos kilómetros del pueblo.

Tras tomar posiciones en las trincheras se empezaron a escuchar las primeras detonaciones. A las 11.30 hicieron aparición los golpistas. Los falangistas trataron de acceder a las posiciones de los gudaris por el flanco derecho, apoyados por los soldados marroquíes. Y los carlistas intentaron hacer lo propio por el izquierdo. Los soldados sublevados se quedaron en el centro.

Los combatientes se lanzaron petardos e intercambiaron insultos durante &bs;un buen rato, hasta que los sublevados decidieron retirarse, y los gudaris y los milicianos celebraron la victoria. Según explicó el alcalde, hace 80 años los fascistas también tuvieron que dar marcha atrás. Se vieron obligados a dar un rodeó para tomar Elgeta, que se convirtió en un símbolo de resistencia.

Impedir que se repita

Después de la recreación histórica, los presentes iniciaron la marcha de regreso al pueblo, encabezada por un cartel en el que se podía leer el lema “Frankismoaren zirgorgabetasunari tolerantziarik ez!”. Al llegar a Mendizaleen plaza, uno de los encargados de comandar a los gudaris y milicianos se dirigió al batallón, que se dispersó tras gritar «Gora Euskadi askatatuta! Gora eusko gudariak!».

Muchos de quienes participaron en la recreación fueron al frontón de la localidad, donde tuvo lugar el homenaje, al que asistieron parlamentarios de EH Bildu y de Elkarrekin Podemos, la directora de Convivencia de la Diputación de Gipuzkoa, Maribel Vaquero, y la directora del Instituto de la Memoria, Aintzane Ezenarro.

Esta apostó por utilizar actos como el celebrado ayer en Elgeta para «generar una reflexión en torno a la injusticia de todas las guerras y de todas las vulneraciones de derechos fundamentales, y poner las bases para que nunca puedan volver a ocurrir situaciones similares en nuestro país».