Los milicianos talibanes capturaron ayer un distrito a las afueras de la ciudad norteña de Kunduz, después de que el grupo iniciara recientemente su campaña de primavera.

Mahfuz Akbari, portavoz policial para el este de Afganistán, indicó que las fuerzas de seguridad se habían retirado del distrito de Qala-i-Zal, al oeste de Kunduz, para evitar más víctimas civiles y militares, después de más de 24 horas de intensos enfrentamientos.

«La Policía se retiró de su cuartel general, la oficina central de la Administración y el bazar del distrito, y estas áreas se encuentran ahora bajo control talibán», precisó Akbari,quien cifró en 40 los muertos insurgentes.

El portavoz de los talibanes, Zabihula Muyahid, señaló que tomaron la comisaría, el recinto del gobernador y todos los puestos de control. Según explicó, varios policías y soldados murieron y resultaron heridos.

También se registraban combates en la autopista que une la ciudad de Kunduz con el vecino distrito de Khan Abad, mientras que la carretera entre la urbe y Kabul permanecía cerrada desde el viernes

A pesar de ello, el portavoz policial rechazó que la capital provincial esté en peligro de caer por tercera vez en manos de los talibanes e insistió en que ya han llegado refuerzos a Qala-e-Zal para lanzar una contraofensiva.

En los últimos 18 meses, los talibanes han conseguido en dos ocasiones tomar el centro de Kunduz durante breves periodos.

Un tendero relató que la situación es ahora similar a la que había en octubre pasado, cuando los talibanes lograron hacerse con su control antes de ser expulsados tras días de combates y bombardeos aéreos.