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Eustat prevé un aumento muy leve de la población de la CAV de ahora a 2031

La CAV verá en 2031 aumentada su población en 14.300 personas respecto a 2016 debido a los saldos migratorios que compensarán el aumento de las defunciones y la disminución de los nacimientos, según una previsión del Instituto Vasco de Estadística Eustat.

Los datos obtenidos en la Proyección Demográfica estiman que el 1 de enero de 2031 la CAV contará con 2.186.200 habitantes, de los cuales 1.064.200 serán hombres (48,4%) y 1.117.200 mujeres (51,6%).

Esto supondría 14.300 personas más que en 2016, con una tasa de crecimiento del 0,04% de promedio anual, lo que significa una estabilización del volumen de la población.

Según Eustat, el mayor ritmo de crecimiento se localizaría a finales de esta década, con tasas que no llegarían al 1% anual, para desacelerarse posteriormente hasta una tasa del 0.03% entre 2021 y 2031.

Más ancianos, menos niños

Las estadísticas auguran diferencias territoriales que prolongarán la tendencia de los últimos quinquenios de un progresivo aumento del peso poblacional en Araba en detrimento del de Bizkaia. Así, se prevén crecimientos en Araba y Gipuzkoa, de 15.300 y 28.000 habitantes respectivamente, y la disminución de 29.000 personas en Bizkaia. En concreto, para 2031 se prevé que el 15,4% de la población resida en Araba (1,8% más que en 2001), el 50,8% en Bizkaia (3,2% menos) y el 33,8% en Gipuzkoa (1,5% más).

El crecimiento natural –nacimientos menos defunciones– presentaría saldos cada vez más negativos, lo que supondría que la población disminuiría en 74.200 personas. Sin embargo, el saldo migratorio –inmigraciones menos emigraciones– lo compensaría con 88.500 personas más.

Por otro lado, Eustat ha analizado el envejecimiento de la población. En 2016 los menores de 20 años representaban el 18,2% del total del censo, mientras que en 2031 bajarían al 17%. Se estima que la población de entre 20 y 64 años perdería una 111.900 personas en estos 15 años. Por el contrario, la población de 65 años o más podría aumentar en una 150.900 personas. La esperanza de vida al nacer se situaría en 83,7 años para los hombres y 88,8 para las mujeres, frente a los 80,2 y 86,1 de 2015. En cuanto a los nacimientos, la cifra se reduciría de 18.900 a 16.400; se alcanzarían los 1,53 hijos por mujer, pero no compensaría la disminución de mujeres en edades fértiles.