GARA
manila

Cerca de 100 muertos y 2.000 civiles atrapados en combates en Filipinas

Los combates en Marawi, al sur de Filipinas, han provocado cerca de cien muertos y 30.000 desplazados. Otros 2.000 civiles han quedado atrapados en la ciudad tomada por un grupo afín al ISIS.

Cerca de 2.000 civiles seguían atrapados ayer en los violentos combates entre el ejército y combatientes yihadistas en Marawi, una ciudad del sur de Filipinas, que en seis días han dejado casi 100 muertos, muchos de ellos civiles.

Las fuerzas de seguridad filipinas intensificaron sus bombardeos sobre algunos barrios de Marawi, una ciudad del noroeste de la isla meridional de Mindanao, en una ofensiva contra un grupo afín al Estado Islámico (ISIS) .

Estos enfrentamientos llevaron el martes al presidente filipino, Rodrigo Duterte, a decretar la ley marcial en Mindanao, segunda isla más grande del archipiélago.

La inmensa mayoría de los 200.000 habitantes de Marawi han huido de la ciudad, pero 2.000 civiles siguen atrapados en las zonas controladas por los yihadistas, declaró Zia Alonto Adiong, portavoz de las autoridades regionales. Más de 30.000 desplazados han tenido que realojarse en otros puntos de la isla. El detonante del actual conflicto fue la fallida operación policial del pasado 23 de mayo para localizar a Isnilon Hapilon, uno de los dirigentes del grupo Abu Sayyaf y considerado el líder del ISIS en Filipinas.

Los milicianos consiguieron repeler el asalto e iniciaron un contraataque en el que acabaron capturando escuelas, catedrales y cárceles de la ciudad y tomando rehenes, cuyo estado se desconoce.

Duterte alienta la violación

Pero, a la vez, Zia Alonto Adiong acusa a los militares de emplear una fuerza desproporcionada en esta operación.

Duterte prácticamente les ha dado luz verde para actuar a su completa discreción. «Yo asumiré las responsabilidades de esta ley marcial», afirmó el presidente filipino que llegó a animar a los soldados a cometer violaciones: «Si violáis a tres lo asumiré, yo me ocupo», afirmó.

Duterte y los jefes del ejército afirmaron que la mayoría de los combatientes pertenecen al grupo Maute, que se declaró afín al ISIS. Pero el presidente también acusó a criminales locales de apoyar al grupo Maute en Marawi.

El sábado, dijeron estar dispuestos a mantener la ley marcial tanto tiempo como sea necesario. «Esta ley marcial continuará hasta que la policía y las fuerzas armadas digan que los filipinos están en seguridad. El Tribunal Supremo y el Congreso no están presentes allí», advirtió el presidente.

Las autoridades afirmaron que los combatientes islamistas mataron a 19 civiles en Marawi, incluido tres mujeres y un niño que fueron hallados muertos el sábado en una universidad.

Además de los 19 civiles, 15 militares, dos policías y 61 yihadistas murieron en los combates, durante los cuales el ejército bombardeó zonas residenciales en donde creían que se atrincheraban los combatientes. El balance total oficial asciende a al menos 97 muertos.