Turquía, uno de los mayores aliados de Qatar, ha movilizado medios militares y diplomáticos en la crisis entre los países del Golfo. Después de aprobar el despliegue de tropas aviones y barcos en Qatar, Ankara refuerza su estrategia diplomática. Mevlut Cavusoglu, se entrevistó ayer con el ministro de Exteriores qatarí, Tamim ben Hamad al-Thani, y anunció una posible visita a Arabia Saudí, rival de Doha.

El reino saudí «tiene la capacidad de resolver la crisis en tanto que hermano mayor y actor clave de la región. Queremos implicar a todos los actores en el proceso», declaró la Presidencia turca.

Ryad y sus aliados rompieron el 5 de junio relaciones diplomáticas con Qatar, al que acusan de apoyar el «terrorismo» y de acercarse a Irán. A ello siguió la prohibición a usar sus espacios aéreos, restricciones comerciales y el cierre de fronteras.

A la vez que Cavusoglu viajaba a Qatar, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, prevé telefonear al presidente de EEUU, Donald Trump.

Ankara también prepara una reunión con representantes del Estado francés y qataríes.

Alerta de la ONU

El Alto Comisario para los Derechos Humanos de la ONU, Zeid Ra’ad al Hussein, afirmó estar alarmado por las consecuencias del aislamiento de Qatar y advirtió de que acarreará sufrimientos para la población. Recordó que la orden de Ryad, Abu Dabi y Manama a los qataríes presentes en su territorio para que lo abandonen y a sus ciudadanos para que dejen Qatar podría alterar seriamente la vida de miles de personas, y alertó también de la represión contra personas a las que se suponga simpatías hacia ese país.