Nagore BELASTEGI
DONOSTIA

Las partes ratifican su petición en el juicio del Antiguo

Con todas las pruebas sobre la mesa y a falta de la presentación de los informes de las partes, que tendrá lugar durante la jornada de hoy, la Fiscalía, la acusación particular y la defensa ratificaron sus puntos de vista. Así, las dos primeras piden 18 y 20 años de prisión para el padre del niño respectivamente, mientras que la tercera insiste en que su cliente es inocente y el niño murió a causa de una herida autolesiva, que podría ser accidental o intencionada.

En el penúltimo día del juicio sobre la muerte de un niño de 13 años en el barrio donostiarra del Antiguo en diciembre de 2011 las partes realizaron las correcciones pertinentes a sus peticiones, pero todas ellas ratificaron lo dicho anteriormente.

Así, la Fiscalía pide para el padre del niño 18 años de cárcel por asesinato con alevosía, y en caso de que el jurado decidiera que no es culpable, pediría una condena por un delito de omisión del deber de socorro.

La acusación particular, ejercida por la madre del menor, señala un asesinato con alevosía con el agravante de parentesco, por el que pide 20 años de prisión. Mientras, la defensa continúa insistiendo en que Luis Serrano es inocente y apuesta por las tesis de la autolesión, sea por accidente o por suicidio.

Las partes presentarán hoy sus informes y después jurado popular deberá deliberar sobre si el padre tuvo algo que ver en la muerte de su hijo por venganza hacia su exesposa, de la que acababa de separarse, o si este encontró al niño caído en el suelo con un cuchillo clavado, tras lo cual desapareció por una semana.

Informes de los expertos

Antes de la intervención de las partes, tomaron la palabra la médico Carmen Baigorri y el sicólogo Fernando Álvarez que participaron en la causa por malos tratos interpuesta por la madre después de que Serrano se autolesionara y coaccionara verbalmente a la familia días después de su separación y poco antes de la muerte del niño. También participaron en la vista la sicóloga Ana Sánchez y la siquiatra Blanca Morela que han elaborado sendos informes sobre la situación mental del acusado a petición de la defensa.

Todos ellos apuntaron a que el hombre tiene un perfil narcisista y de evitación de los problemas. Baigorri explicó que su intervención tuvo lugar en marzo de 2012, después de que sucediera la muerte del niño, pero que su labor consistía en determinar si había habido violencia contra la mujer en la anterior causa después de que el 19 de noviembre fuera ingresado en la unidad de siquiatría del hospital tras autolesionarse.

Álvarez aseguró que el propio acusado reconoció que se había cortado para llamar la atención y evitar la ruptura, no solo de la pareja, sino también de la familia. En su informe aseguraron que Serrano hacía partícipe a los niños de la separación y les pedía ayuda para restablecer su relación. Les había dicho cosas como que se iban a quedar sin familia, igual que él se quedó sin padre. Debido a esto, determinaron que a pesar de no existir violencia física, sí existía un factor de violencia sicológica, por lo que fue condenado.

Respecto a su rasgo narcisista, aseguraron que todo giraba entorno a él y que solía ofrecer una muy buena imagen de sí mismo. También decía que todo iba bien, a pesar de no ser cierto, a lo que achacan su intento de evitar los problemas y huir de ellos, rasgo que también destacaron las profesionales pedidas por la defensa, a pesar de haber hecho sus informes tiempo después. Estas atribuyen que inicialmente se preocupara más por la separación que por la muerte de su hijo a que no quería aceptar lo sucedido. En cambio, idealizaba los años vividos en familia y anhelaba recuperarlos. «La instrumentalización de los hijos es de baja intensidad, y es para dar una buena imagen de él para volver. Matar a su hijo va en contra de sus intereses», aseguró Morela.