FRANCIA 1

AUSTRIA 1

Francia sigue sufriendo. Y esta vez no le alivia el marcador. Tras su apurada victoria ante Islandia –en los últimos minutos y de penalti muy discutible–, ayer no pasó del empate ante una Austria que rozó la campanada... si es que no la dio. Porque pese a que ya se había estrenado en el torneo con victoria ante otra debutante como Suiza, ni los más optimistas le veían capaz de rascar algo frente a una de las grandes favoritas.

No solo lo hizo, sino que ahora mismo es el equipo del Grupo C que más cerca tiene la clasificación; de hecho, puede plantarse en cuartos aun perdiendo con Islandia –matemáticamente eliminada ya–. No es de extrañar la emoción de las jugadoras de Dominik Thalhammer a la conclusión del encuentro. Ni la desilusión de las galas, que se la jugarán en la última jornada, aunque el empate con Suiza les basta para superar la fase de grupos.

No es solo una cuestión de resultados. El problema es que Francia no carburó ante Islandia y tampoco –con medio equipo renovado– ante Austria. Dos selecciones claramente menores pero que con un buen trabajo defensivo desarbolaron al equipo de Olivier Echouafni, incapaz de convertir su superioridad técnica y su posesión en goles. Y a duras penas en ocasiones. Lo que es peor, ambos rivales han sido capaces de hacerle daño atrás. Le asustaron las islandesas y le golpearon las austriacas que, de hecho, se adelantaban ayer en el marcador. Tras el aviso de Feiersinger, fue Makas la que marcó el 0-1.

En el segundo tiempo, Austria desapareció de medio campo hacia arriba –al menos hasta los últimos minutos, cuando rozó el segundo con un chutazo de Prohaska–, complicando aún más el fútbol de su rival que, al menos, tuvo el empuje suficiente para acercarse con peligro a Zinsberger. Henry, cabeceando un córner, alivió a su equipo pero la reacción no pasó de ahí.