Todos contra el Real Madrid. Ha pasado un año y no ha variado nada. La 63ª edición de la máxima competición europea de clubes –la 26ª como Liga de Campeones– se inicia con parecidas expectativas a la anterior. Los blancos, que fueron los primeros en romper el maleficio de repetir el levantamiento de la Orejona de manera consecutiva, siguen siendo los máximos favoritos –al menos eso dicen las casas de apuestas– para hacerlo por tercera vez de forma seguida, lo que sería un nuevo logro sin precedentes en su formato actual.

Ni siquiera su dubitativo comienzo liguero y los problemas que está teniendo a la hora de materializar las ocasiones que genera le apartan de ser el máximo candidato a repetir título en un torneo con el que tiene un idilio singular. Dispone de acicates suficientes para aumentar su ya de por sí predispuesto carácter competitivo, como que su entrenador, Zinedine Zidane, alcanzaría a Carlo Ancelotti y Bob Paisley en cuanto a entorchados siendo técnico, además del que tiene como futbolista.

Amenazan el imponente estatus merengue los de siempre. Un emergente PSG que, con los flamantes fichajes de Neymar y Mbappé, ha metido la sexta marcha financiera para hacerse con la competición que ansían sus propietarios desde hace años. Una Juventus, eterna segundona, que aspira a abandonar esa condición de pupas de una vez por todas, pero que parece haber perdido solidez atrás con la traumática salida de Bonucci. Un Barcelona que está enfrascado en la labor por recuperarse del golpe sufrido con la espantada de Neymar y la marejada institucional que ha traído consigo. O un Bayern Münich no menos convulso, que ha visto cómo sus rivales europeos directos se han reforzado de manera exponencial.

Sin olvidarnos del Atlético, que pugnará una vez más por ese título que tanto desean sus vitrinas y que estuvo tan cerca de lograr, sobre todo en la final de 2014, amén de los conjuntos ingleses, quienes en la última década solo han firmado un título –el Chelsea, en 2012–, pese a las mastondónticas inversiones económicas que han realizado en fichajes.

Qarabag, la novedad

No todo son entidades multimillonarias en la Champions, también en alguna que otra edición concurren casos pintorescos, como la participación en la presente del debutante Qarabag, originario de la ciudad de Agdam, pero que desde 1993 juega en Bakú por considerarse un club azerí y a donde se exilió ese año por el conflicto que se vive en la zona de Nagorno Karabag. El conjunto dirigido por Gurban Gurbanov, y en el que juega el asturiano Míchel y el canario Quintana, eliminó al Copenhague.

Para empezar, la final de 2015

Barcelona y Juventus, quienes protagonizaron la final de 2015, disputarán el encuentro más atractivo de la jornada inaugural, con sabor a revancha para los culés, después de que cayesen a manos de los italianos el año pasado en los cuartos de final.

Se estrena Ernesto Valverde dirigiendo a los azulgranas en el máximo torneo continental, después de un inicio inmaculado en Liga, con un partido en el que Dembèlè podría partir de inicio, formando lo que ya se denomina como la MSD. Semedo, que también dejó muy buenas sensaciones en el derbi contra el Espanyol, también se mantendría en el once, a la par que el “Txingurri” recupera a Sergi Roberto, pero pierde a Alcácer por una gastroenteritis.

Otro de los envites estrella de la jornada es la visita del todopoderoso PSG al Celtic Park, donde tanto Neymar como Mbappé tendrán que empezar a justificar lo que se ha pagado por ellos.N.M.