Aunque aún quede la feria de Soria, las empresas cerraron el curso de cara al Master con la disputa del torneo de San Mateo, habitual epílogo estival, por lo que puede ser un buen momento para realizar un pequeño balance de este periodo veraniego, en el que las victorias han estado bastante repartidas y en el que, como elemento novedoso, se puede destacar la importancia que han tenido los zagueros.

Y es que, probablemente desde la irrupción de Aimar Olaizola y Juan Martínez de Irujo como indiscutibles números unos del cuadro, nunca habían tenido los zagueros tanta incidencia en el juego. Con el de Goizueta y el de Ibero a pleno rendimiento, eran habitualmente uno u otro los que rompían los partidos, pero con el cambio generacional en su recta final –Olaizola II no ha ganado ningún torneo y solo ha disputado la final de Bilbo junto a Urrutikoetxea, con el que logró su último campeonato en el Parejas 2016–, los guardaespaldas vuelven, como antiguamente, a cargar con el peso.

San Mateo, con las estelares actuaciones de Rezusta y Jon Ander Albisu –galardonado como mejor pelotari del torneo sin llegar a proclamarse campeón–, pueden ser el mejor ejemplo de ello, pero esta percepción va más allá de que el de Logroño sea el recuerdo que más fresco tengamos en la memoria. Y es que, los datos, que muchas veces no muestran toda la realidad, son claros en este sentido.

Rezusta, el que más

Así, si el año pasado no hubo dudas a la hora de nombrar como «rey del verano» a Jokin Altuna tras sus triunfos en Gasteiz, Donostia, Lekeitio y el Cinco y Medio del Bizkaia, este las cosas están bastante más repartidas, pero destacando Beñat Rezusta, con tres torneos, San Fermín, Bilbo y Logroño –también ganó su partido junto a Altuna en el Bizkaia por equipos pero no el torneo– y otras dos finales, las de Donostia y Lekeitio, con cinco delanteros distintos.

Junto a él, Jon Ander Albisu ha sido, probablemente, el otro pelotari más regular del periodo estival, con dos torneos –Zarautz y Donostia– y otras dos finales –Gasteiz y Logroño–. Y quizá esa es la mejor noticia, porque si en el caso del de Bergara nos tenía acostumbrados a mantener una línea sin grandes altibajos, la de la regularidad era la asignatura pendiente del goierritarra, una lección que parece haber aprendido estos meses. En una entrevista previa al torneo de Logroño, el de Ataun reconocía en estas páginas que el estar muy bien de manos le había servido para adquirir una gran confianza en sus posibilidades y se puede decir que está en el mejor momento de su carrera. Es, junto a Larunbe, ganador en Bastida y Lekeitio, el único zaguero de su empresa que ha logrado ganar este verano y, hoy por hoy, nadie pone en duda su condición de mejor guardaespaldas de Asegarce.

Aunque sus cuerpos seguro lo agradecen, lo malo para el ataundarra y Rezusta es que, pasado este fin de semana, su protagonismo menguará. Ninguno de los dos participará en el Cuatro y Medio y ahora les toca apartarse de los focos y, tras un merecido descanso, comenzar a preparar el Parejas, hoy por hoy, el gran objetivo del año de cualquier zaguero.

Xabier Erostarbe renueva por dos años

Aspe dio ayer a conocer mediante su cuenta de Twitter que ha llegado a un acuerdo con el zaguero urretxuarra Xabier Erostarbe para renovar su contrato por dos años más. El espigado zaguero guipuzcoano debutó el 20 de noviembre de 2015 en el Ederrena de su localidad natal y en este tiempo ha conseguido convencer a los técnicos de la promotora eibartarra para seguir en la elite.

Tras un comienzo algo irregular por culpa de problemas en las manos, Xabier Erostarbe ha dado un paso importante en su juego en este último año y, en una época en la que los zagueros escasean, se ha instalado como uno de los zagueros destacados de segunda.

Tras la retirada de Aitor Zubieta y Abel Barriola, queda una plaza libre en el Parejas de Primera, para la que Julen Martija parece partir con ventaja, pero ante cualquier lesión, el de Urretxu pugnará con Martija y Tolosa por ser el primer reserva de Aspe. J.O.