Dabid LAZKANOITURBURU

El Ejército iraquí avanza a Kirkuk y da 48 horas de ultimátum a los kurdos

Tanto Turquía como Irak –y su padrino iraní– están utilizando la lucha contra el Estado Islámico (ISIS) como lanzadera para sus planes militares contra los kurdos. Irak lanzó una ofensiva en Kirkuk que ha sido respondida con una movilización general de los peshmergas. Un contingente turco se dirigía hacia el cantón kurdo de Afrin, en Siria.

Irak inició ayer la una ofensiva militar en la provincia de Kirkuk. «Avanzamos para retomar los puestos militares perdidos en los sucesos de junio de 2014», cuando los peshmergas kurdos conquistaron posiciones aprovechando la estampida del Ejército iraquí ante la ofensiva del ISIS. El militar concretó que «a primera hora de hoy (por ayer) hemos recuperado la base 102, al oeste de la ciudad de Kirkuk y cerca de la autovía que lleva a Tikrit, base abandonada por los peshmergas durante la noche y donde se dejaron municiones».

La comandancia de las Operaciones Conjuntas iraquíes desmintió esta ofensiva y justificó los movimientos militares en el marco de una operación «de limpieza de las zonas liberadas» de las garras del ISIS hace días.

No obstante, el comandante de la Policía federal iraquí Samir al Yaburi anunció haber retomado el control de las localidades de Taz y Bashir después de que la brigada peshmerga 106 se hubiera retirado. Ambas localidades se hallan a unos 30 kilómetros al sur de la ciudad de Kirkuk y están habitadas por la minoría turcomana chií.

Ultimátum de 48 horas

El mando policial aseguró que el primer ministro iraquí decidió «congelar» el avance de las fuerzas iraquíes hacia Kirkuk durante las próximas 48 horas. «Más de dos mil soldados de las fuerzas conjuntas iraquíes se encuentran en las afueras de la ciudad de Kirkuk y están preparados para cumplir órdenes.

El comandante kurdo Yafar Shij Mustafa rechazó entregar Kirkuk a Bagdad y aseguró que las fuerzas iraquíes dieron primero un plazo de «dos horas» que luego extendieron a 48.

Ante el avalnce las fuerzas iraquíes y de las milicias chiíes Multitud Popular –apoyadas por Irán–, el Gobierno de Erbil anunció ayer el refuerzo con 6.000 milicianos kurdos del contingente de «decenas de miles de peshmergas kurdos y miembros de las Fuerzas de Seguridad estacionados en los alrededores de Kurkuk». El vicepresidente de Kurdistán Sur, Kosrat Rasul, aseguró que «no tenemos miedo de las amenazas de nadie, porque los peshmerga, como indica su nombre (los que van a morir), lo harán si es necesario para lograr la victoria». Hemin Hawrani, asesor del presidente kurdo, Massoud Barzani, instó a la comunidad internacional a presionar a Bagdad e instó al primer ministro iraquí a retirar a las milicias chiíes «si puede hacerlo o le escuchan».

En medio de la ofensiva del ISIS, los peshmergas consolidaron sus posiciones en Kirkuk y otras zonas de las provincias de Diyala, Saladino y Nínivee que reivindican como históricamente kurdas pero arabizadas por la política de aniquilamiento del pueblo kurdo (Anfal) liderada por Saddam Hussein.

Una columna turca se dirige hacia el cantón kurdo de Afrin (Siria)

La columna militar turca que cruzó la frontera siria en la noche del jueves se dirigía hacia zonas del oeste de la provincia de Alepo (noroeste) próximas al cantón kurdo de Afrin, coincidieron en señalar la milicia kurda de las YPG y activistas sobre el terreno que informan al opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Rojhat Roj, portavoz de las YPG, señaló que la columna, formada por un centenar de soldados turcos con veinte carros blindados, ocho excavadoras, cuatro vehículos BRDM (blindados anfibios) y otros doce para transporte de comida y efectivos, fue escoltada por milicianos del Organismo de Liberación del Levante –la antigua filial siria de Al Qaeda–. Este último extremo fue asimismo confirmado por los informadores del OSDH.

Mientras tanto, el Gobierno turco y la cadena CNNTürk insistían en que la columna cruzó la frontera para reforzar la presencia militar turca en Idleb, concretamente para «establecer puntos de vigilancia» en el marco de la instauración de una zona de desescalada en la provincia, donde se hacinan tres millones de sirios desplazados desde zonas en su día en manos rebeldes.

Esta zona de desescalada, que incluye parte de las provincias de Hama, Alepo y Lataqia, responde a una suerte de plan de partición negociado por Rusia, Turquía e Irán en Astaná y aceptado a regañadientes por EEUU. D.L.