No hace falta recordarlo, pero Saski Baskonia llega a esta tercera jornada de la Euroliga contando sus dos primeros partidos por derrotas y con el recuerdo aún caliente de la pírrica victoria frente a Gipuzkoa Basket –un Gipuzkoa Basket que está cerca de firmar con la empresa eibarresa Delteco como principal patrocinador– el pasado domingo. Es decir, con más dudas que certezas, en vísperas de recibir en el Buesa Arena a Valencia Basket hoy a las 20.30.

Pero como cada nazareno arrastra su propia cruz, los pupilos de Txus Vidorreta llegan a Gasteiz con su plantilla en cuadro a causa de las lesiones. A las ausencias de Latavious Williams, Antoine Diot y San Emeterio se le ha unido Joan Sastre, uno de los jugadores más en forma del cuadro taronja, por una microrrotura en el psoas.

Así las cosas, la escuadra baskonista tiene ante sí una ocasión apreciable para estrenar su casillero de triunfos en la Euroliga y despejar las dudas que dejó su último partido.

«El equipo mostró dos caras, pero estamos haciendo hincapié para que el equipo sea el de los últimos 15 minutos del partido», explicaba Pablo Prigioni en su intervención previa al encuentro de hoy. «Hemos tenido buenos momentos también en los partidos anteriores, pero nos cuesta mantenerlos los 40 minutos. Estamos centrados en nosotros mismos, en crecer como equipo y buscar esa manera de jugar, tanto en ataque como en defensa, que nos identifique», añadía el técnico.

«Dar para pedir»

En su alocución previa, Prigioni insistía en fortalecer las «armas propias» para acometer a un Valencia Basket al que definió como «un equipo serio, con mucha paciencia en ataque y una defensa muy estructurada que traen del año pasado».

Entre las armas del Baskonia está la grada. Pero como bien dijo el de Río Tercero, «primero tienes que dar para después pedir. El domingo la grada se enganchó muchísimo al partido porque le dimos. Pero tenemos que darle más, porque tenemos con qué darle».

Asimismo, insistió en que su equipo debe «desbloquearse» mentalmente, concepto que subrayó el pasado domingo. «Necesitamos un resultado bueno para coger confianza. Los triples abiertos que fallamos el otro día fueron un indicativo claro de que el equipo estaba bloqueado mentalmente», recalcó.